Bienestar

Adelgazar en invierno: esto es lo que deberías comer (y lo que no) para perder peso con el frío

Si quieres adelgazar en estos meses, plantéate objetivos realistas y lleva una alimentación equilibrada también durante el resto del año

Adelgazar durante los meses de invierno suele ser un reto que muchas personas se plantean. Es cierto que con la llegada del frío solemos relajarnos en cuanto a la alimentación y nos apetecen alimentos que quizá no son tan beneficiosos para la salud y que además no ayuda a perder peso. Es importante tener expectativas realistas sobre mantener el peso en invierno. Establecer pequeños objetivos, como evitar ganar peso en lugar de perderlo, puede ser más manejable y motivador.

Llevar una alimentación equilibrada y saludable durante todo el año es fundamental para mantenernos también en un peso saludable. Además, deberíamos practicar ejercicio al menos cuatro días a la semana y llevar un estilo de vida saludable lejos del alcohol y de alimentos ultra procesados. El invierno puede aumentar el apetito, por lo que controlar el tamaño de las porciones es clave para evitar el exceso de calorías. Comer despacio y usar platos más pequeños puede ayudarte a sentirte satisfecho con menos cantidad.

Si tienes algún antojo entre comida y comida, busca versiones más saludables como sopas de verduras caseras, y permítete disfrutar con moderación, no es necesario eliminar completamente tus comidas favoritas, pero asegúrate de disfrutar las porciones de manera moderada y planificada.

Lo primero que debemos hacer cuando llega el invierno y queremos adelgazar o al menos no engordar sería:

  • Planificación de comidas: Planifica tus comidas para evitar caer en la tentación de alimentos calóricos o procesados.
  • Porciones controladas: El invierno puede aumentar el deseo de comidas más abundantes, pero controlar las porciones es esencial para adelgazar.
  • Mantente activo: Aumentar tu actividad física, incluso con ejercicios dentro de casa o caminatas al aire libre, puede ayudarte a contrarrestar el sedentarismo típico del invierno.
  • El invierno puede ser una época estresante para algunas personas, lo que a menudo lleva a comer por ansiedad o aburrimiento. Para evitar comer emocionalmente puedes practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda, que te ayudarán a manejar el estrés y evitar comer en exceso.

Adelgazar en invierno

Para adelgazar en invierno, es importante optar por alimentos que te ayuden a mantenerte saciado, aporten nutrientes esenciales y sean bajos en calorías. Optar por comidas nutritivas y saciantes, evitando los alimentos muy procesados y grasos, te ayudará a controlar el hambre y adelgazar de forma efectiva durante el invierno.

La sopas bajas en calorías son ideales para adelgazar en invierno.La sopas bajas en calorías son ideales para adelgazar en invierno. Foto: Pixabay.

Algunos de los alimentos que debes incluir en tu dieta cuando llega el frío son:

-Proteínas magras. Ayudan a mantener el músculo mientras pierdes grasa y proporcionan una buena sensación de saciedad. Buenas fuentes de proteínas son la pechuga de pollo, el pavo, el pescado blanco y el tofu. También puedes incluir en tu dieta para adelgazar las legumbres como los garbanzos o lentejas, que además aportan fibra.

-Sopas y caldos bajos en calorías. Las sopas y caldos son excelentes para el invierno porque son saciantes y vienen genial para los días de frío. Opta por sopas a base de vegetales, caldos de pollo o pescado sin grasas añadidas. Evita las sopas cremosas o con mucha nata. Las sopas de verduras son además ricas en fibras y el caldo de pollo es una buena fuente de proteínas ligera que mantiene el cuerpo caliente.

-Frutas de invierno. Apuesta por las que son bajas en calorías y con un índice glucémico moderado, como la manzana, la pera o los cítricos (naranjas, mandarinas y pomelos), que son refrescantes y ricos en vitamina C.

-Verduras de temporada. Las verduras de invierno suelen ser ricas en fibra, lo que te ayudará a mantenerte saciado por más tiempo. Come coles de Bruselas, col rizada, brócoli y espinacas que son bajas en calorías y ricas en nutrientes. Además, la calabaza, la batata y las zanahorias contienen algo más de carbohidratos, pero son saludables y te darán energía sin elevar demasiado las calorías si se consumen con moderación.

-Cereales integrales. La quinoa, la avena o el arroz integral aportan carbohidratos complejos y energía de larga duración. Controlar las porciones es clave para no excederse en calorías.

-Infusiones. El té verde, las infusiones de jengibre o de hierbas son opciones que ayudan a mantenerte hidratado y, además, algunos pueden acelerar el metabolismo. También ayudan a combatir el deseo de snacks calientes calóricos o picoteos poco saludables.

-Frutos secos (siempre en porciones controladas). Aunque son calóricos, en pequeñas cantidades los frutos secos como las almendras, nueces o avellanas son ricos en grasas saludables y ayudan a controlar el hambre.

-Grasas saludables. Siempre en cantidades moderadas, como el aguacate, aceite de oliva virgen extra o pescado graso (como el salmón), proporcionan saciedad y favorecen la salud metabólica.

Evita los dulces y los precocinados si quieres adelgazar.Evita los dulces y los precocinados si quieres adelgazar. Foto: Pixabay.

Qué no deberías comer

-Azúcares refinados. Los alimentos ricos en azúcar aumentan rápidamente los niveles de glucosa en sangre, lo que puede generar picos de insulina, hambre y aumento de peso. Además, el exceso de azúcar se convierte en grasa corporal. Huye de pasteles y galletas así como de las bebidas azucaradas como los refrescos o el chocolate caliente endulzado.

-Carbohidratos refinados. Carecen de fibra y causan una rápida digestión, lo que puede aumentar el apetito y promover el almacenamiento de grasa. El pan blanco, la pasta refinada y el arroz blanco aumentan el índice glucémico y contribuyen a la ganancia de peso.

-Comidas procesadas y precocinadas. Los alimentos ultraprocesados suelen estar cargados de calorías vacías, grasas trans y sodio, lo que favorece la retención de líquidos y el aumento de peso.

-El alcohol aporta calorías vacías y, además, puede reducir la inhibición, lo que puede llevar a comer más de lo necesario. Algunas bebidas alcohólicas, como la cerveza y los cócteles, son especialmente ricas en carbohidratos y azúcar.

-Grasas saturadas y trans. Las grasas poco saludables contribuyen a aumentar el colesterol malo y pueden dificultar la pérdida de peso. Ahí están incluidos los alimentos fritos con mucho aceite, que son muy calóricos; o la mantequilla y la margarina.

-Productos lácteos enteros y quesos grasos. Aunque los lácteos pueden ser parte de una dieta equilibrada, las versiones enteras pueden aportar demasiadas calorías. Opta por versiones de quesos más ligeras o bajas en grasa, y cambia la leche entera por versiones semidesnatadas para reducir la ingesta calórica.

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