Mitos y verdades sobre perder peso en otoño: ¿es más sencillo? ¿cuáles son los retos principales?

Perder peso cuando se acerca el invierno suele ser uno de los propósitos que mucha gente se plantea pensando que en esta época le será más fácil adelgazar. Con la llegada del otoño los hábitos pueden cambiar, hasta nuestra propia alimentación y predisposición por hacer actividad física. Optamos por un entorno más cálido, refugiarnos en nuestro hogar y consumir alimentos más saciantes, como guisos o cocidos, dejando en un segundo plano a las ensaladas y comidas más ligeras.

Pero, a pesar de que el tiempo cambie y que haya menos horas de sol, “no debemos descuidar nuestra alimentación y otros hábitos sanos, sino adaptarlos frente a este nuevo entorno, asegurando así conseguir el peso saludable que estamos buscando, o mantener los resultados que hemos conseguido previamente. Es más, el otoño puede ser también una estación de oportunidades”, explica Elvira Berengüí, responsable de Nutrición de PronoKal Group.

Por supuesto, practicar ejercicio físico y llevar una dieta equilibrada y completa son las claves para poder perder peso. A la hora de comenzar a hacer una dieta, ponte en manos de un nutricionista que conozca tus necesidades, objetivos y cree para ti un plan de alimentación óptimo y saludable. Siempre debemos recordar que no hay dietas milagrosas y que si adelgazas mucho de golpe, luego se puede producir un efecto rebote indeseado que te haga volver atrás en lo que estabas buscando.

Mitos sobre perder peso

La experta en nutrición nos revela algunos de los mitos (y también algunas verdades) más frecuentes que escuchamos sobre perder peso en otoño:

1. “El frío hace que se queme más grasa”. Falso. La grasa no se quema más rápido en ambientes fríos. El cuerpo, simplemente, utiliza la energía para mantener la temperatura corporal. Si el clima es más frío o lluvioso, puedes empezar una rutina de ejercicios en casa. Opta por entrenamientos con pesas, yoga o HIIT (entrenamiento de intervalos de alta intensidad). El otoño es perfecto para crear hábitos que se mantendrán durante el invierno.

2. “Puedo comer más en otoño sin aumentar de peso”. Falso. El consumo excesivo de calorías, independientemente de la estación, puede conducir al aumento de peso. Si consumimos más calorías de las que nuestro cuerpo necesita, nuestro organismo tenderá a almacenar. Podemos hacer cremas, sopas e, incluso, guisos muy saludables y calentitos.

3. “Me siento más cómoda haciendo ejercicio cuando hace frío”. Verdadero. Es cierto que, con las temperaturas más bajas, el ejercicio al aire libre puede ser más agradable y cómodo, lo que facilita la actividad física. Puedes entrenar a cualquier hora sin preocuparte de un posible golpe de calor y así perder peso si es tu objetivo en ese momento.

Asimismo, con el otoño, llegan algunos alimentos ricos y nutritivos que nos pueden ayudar a llevar mejor el cambio de horario, de clima y su bajada de temperatura; unos cambios que hasta pueden alterar nuestro ánimo, hacernos sentir más decaídos y tener más predisposición a resfriados.

Para ello, es importante llevar una dieta saludable, nutritiva, escogiendo los alimentos de temporada que nos brinda el otoño. ¿Cuáles son los alimentos indispensables que no pueden faltar en tu plan de alimentación otoñal y que te asegurarán una buena salud y un peso saludable?

• Setas: Hay muchas variedades, con distintos sabores y texturas, pero todas ellas se caracterizan por ser muy nutritivas y poco calóricas. Nos aportan vitaminas del grupo B y potasio.
• Calabaza: Es rica en fibra y su color naranja nos aporta betacarotenos y muchos antioxidantes y, de nuevo, es muy baja en calorías. Es un alimento muy versátil, ya que da opción a cocinar platos salados, dulces, y a cocinarla de diferentes maneras.
• Crucíferas: En este grupo se incluyen todo tipo de coles, la coliflor, el brócoli, el repollo, la berza… Apenas tienen calorías, pero concentran una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y antioxidantes. El kale, que pertenece al grupo de las coles, es considerado un superalimento por su gran contenido en antioxidantes.
• Espinacas y acelgas: Unos de los alimentos de temporada más valorados, ya que ahora es cuando las podemos encontrar frescas, con todo su sabor y con el máximo nivel de sus vitaminas, como las carotenos y vitaminas del grupo B, y también minerales, como el hierro y el calcio.
• Cítricos: Dentro de este grupo está una de las frutas más esperadas, las mandarinas. Pero también encontramos ricas naranjas, pomelos, limones y limas. Una de las vitaminas más conocidas de este grupo es la vitamina C, pero también aportan carotenos y gran cantidad de fibra, siempre que las comamos enteras, no en zumo.
• Castañas: Uno de los alimentos estrella del otoño. Se considera un fruto seco, aunque su composición nutricional se asemeja poco a su grupo por su gran contenido en agua; tiene muy poca grasa, pero en cambio sí aporta más hidratos de carbono, por lo que es necesario vigilar la cantidad. Es una buena fuente de fibra.

“Y, lo más importante: ¡no te olvides de la proteína!”, nos recuerda la experta de Pronokal. “Las proteínas, tanto de origen animal, como vegetal, deben estar siempre presentes en nuestra alimentación, ya que desempeñan funciones muy importantes dentro de nuestro organismo. Una de ellas es la función estructural, donde las proteínas ayudan a construir los huesos, los músculos, la piel, el pelo y las uñas”.

Además, las proteínas tienen también una función reguladora, es decir, “forman parte de enzimas y de otras hormonas que regulan procesos dentro de nuestro metabolismo. Desarrollan una función inmunológica y de defensa, ya que forman parte de los anticuerpos y las inmunoglobulinas. Sin proteínas en la dieta, todos estos procesos biológicos se verían comprometidos y fallaría el organismo”, concluye.

Dormir bien es clave para perder peso. El otoño, con noches más largas, ofrece la oportunidad de mejorar tus hábitos de sueño. Asegúrate de dormir entre 7-9 horas cada noche para equilibrar las hormonas que controlan el apetito.

Recuerda que la pérdida de peso no debe ser drástica ni rápida. Establecer objetivos realistas y saludables es clave para mantener la motivación y lograr resultados duraderos. A lo largo del otoño, mantén una mentalidad de constancia.