La elastosis solar es un problema que afecta a la piel y que no solo es un tema de estética o de tener más o menos arrugas. El sol nos aporta numerosos beneficios pero al mismo tiempo también es el culpable de alterar la correcta estructura de nuestra dermis y provocarnos arrugas, descolgamientos o manchas, conocida como elastosis solar.
Este trastorno, que puede ser un problema dermatológico y perjudicar nuestra piel, no es fácil de tratar por lo que será esencial la prevención y más ahora en verano que estamos aún más expuestos a los rayos UVA.
La elastina es una proteína que se produce de forma natural en el cuerpo, principalmente en la piel, dotándola de elasticidad y flexibilidad. “La radiación ultravioleta puede producir una alteración en la estructura del tejido dérmico, que se conoce como elastosis solar. Esta se produce cuando una exposición solar crónica rompe las fibras de colágeno y elastina que se encuentran en la dermis y dejan como resultado una piel gruesa, sin elasticidad y con arrugas profundas”, explica Andrea Ortiz, farmacéutica y nutricionista experta en cosmética y dermofarmacia de Maan24.es.
La exposición solar causa el envejecimiento prematuro de la piel, también conocido como elastosis solar. “Se caracteriza por una excesiva acumulación de fibras elásticas desorganizadas que, en lugar de aumentar la elasticidad de la piel, la reducen y favorecen los descolgamientos, la formación de arrugas o surcos y deja un color amarillento en la piel”, afirma Ortiz.
La elastosis de la piel está relacionada con cambios estructurales de la dermis (capa por debajo de la más superficial) y la radiación solar, cuando se da de forma continuada y sin protección, acelera y agrava este proceso y produce daños propios, dando lugar a una degeneración estructural del tejido de sostén de la piel que deriva en un tipo muy concreto de arrugas y descolgamiento muy características de las personas que están siempre morenas, que es lo que se conoce como elastosis solar.
Tipos de elastosis
Aunque la más común es la solar, la elastosis es un rasgo importante que comparten varias enfermedades de la piel. Existen varios tipos y no todos se producen de la misma manera ni tienen las mismas consecuencias.
- Como explicábamos antes, la elastosis solar es un envejecimiento prematuro de la piel por la excesiva exposición al sol. Es muy habitual en personas que trabajan en el campo sin la debida protección. La piel afectada se ve amarillenta, gruesa, con arrugas y surcos profundos que no se van al estirar la piel con las manos.
- El síndrome de Favre-Racouchot se conoce como elastosis nodular y se caracteriza porque se forman quistes y comedones en la piel dañada por el sol. Estas lesiones suelen afectar a la piel que rodea los ojos, las sienes y el cuello. Al sol se une el tabaquismo como una de las principales causas.
- La elastosis focal lineal es una elastosis dérmica muy rara que suele afectar a la espalda o al torso, pero también a los muslos, los brazos y el pecho. Causa unas estrías amarillas y palpables. Un traumatismo, el embarazo, la pérdida brusca de peso o un crecimiento muy rápido pueden influir en que salga este tipo de elastosis.
- La elastosis perforante serpiginosa (EPS) es una enfermedad cutánea rara en la que fibras elásticas anómalas pasan de la dermis papilar a la epidermis. Son grupos de pequeños bultitos rojizos que se agrupan por patrones circulares o lineales. Puede tener un origen genético o asociado a otras enfermedades hereditarias como el síndrome de Marfan, o incluso por la toma de algunos fármacos.
- El síndrome de Buschke-Ollendorf es una enfermedad hereditaria rara que afecta a los tejidos conectivos. También se conoce como dermatofibrosis lenticular diseminada. Se asocia a pequeñas lesiones de la piel que pueden aparecer en torso y extremidades.
Cómo tratar la elastosis solar
Para recuperar la dermis que ha sido dañada por el sol, la estrategia principal será potenciar y aumentar la presencia de colágeno, elastina y ácido hialurónico, los tres componentes principales de la estructura de la piel. Es cierto que lo más importante en este caso es la prevención consiste en realizar una exposición solar adecuada en función del tipo de piel, siempre con un fotoprotector solar. El cáncer de piel, los carcinomas basales o diferentes afecciones de la piel podrían prevenirse del mismo modo con una correcta exposición al sol.
Hay que evitar las horas centrales del día para tomar el sol y, sobre todo, usar protección solar también durante los meses de invierno, ya que los rayos UVA siguen afectando a nuestra epidermis durante todo el año, no solo en la época estival.
Además, es conveniente complementar la rutina de cuidado de la piel con un correcto producto 'after sun' que devuelva la hidratación a la piel después de estar un tiempo al sol y suplementos que aporten una protección extra. De manera superficial, en cosmética existen algunos ingredientes que pueden ayudar a mejorar la situación de nuestra piel.
Conocido como vitamina A, el retinol (junto con sus derivados, llamados retinoides) ayuda a aumentar la producción de colágeno cutáneo y estimula la formación y producción de fibras de elastina. Los productos con vitamina C (ácido ascórbico) son un potente antioxidante que facilitan la síntesis de colágeno aplicados en forma de serum o crema facial. También son buenos los productos con péptidos, que actúan como reguladores metabólicos, activando o desactivando funciones específicas, como la regulación de los fibroblastos y la síntesis de colágeno y elastina.
A la hora de tratar de recuperar la piel estropeada ya por la elastosis solar, el objetivo será detener la degradación de los tres principales componentes estructurales de la piel: el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico. De hecho, el fotoenvejecimiento daña a los tres componentes y estos disminuyen fisiológicamente con la edad.
Por eso es recomendable tomar suplementos de nutricosmética y los más recomendados son aquellos compuestos por colágeno y ácido hialurónico. Los que llevan el primero ayudan a que se produzca una mejora notable en el tono, la hidratación y la elasticidad cutánea. Aquellos suplementos con ácido hialurónico contribuyen a aumentar significativamente la hidratación de la piel y reducir el problema de piel seca y las arrugas en adultos.