La cistitis es una de las incomodidades más temidas con la llegada del verano, los baños en la piscina y el mar. Seguro que en más de una ocasión la has padecido y has sentido los molestos síntomas, como tener ganas de orinar más frecuentes, escozores o dolor abdominal. Según los médicos, es una de las infecciones más comunes durante la temporada estival.
La cistitis es una infección común del tracto urinario que causa inflamación de la vejiga. Esta infección se define por la presencia de gérmenes en la orina que normalmente son bacterias (bacteriana) y excepcionalmente, hongos (micótica) o virus (vírica). La forma de detectarla es mediante un cultivo de orina. Hay dos tipos principales de cistitis: bacteriana (una infección) y no bacteriana, que involucra causas como lesiones en el área.
Los gérmenes habituales proceden de las heces (enterobacterias). El protagonista absoluto es el Escherichia Coli, responsable del 85 por ciento de las infecciones no complicadas en mujeres sexualmente activas, del 70 por ciento de las infecciones no complicadas del adulto y del 50 por ciento de las infecciones hospitalarias. Una de cada cuatro personas sufre cistitis al menos una vez al año.
En verano es más frecuente por el calor y la humedad así como por un posible aumento en las relaciones íntimas, algo que suele causar la cistitis en mujeres con una vida sexual activa, según datos de la encuesta Fitofarma 2020, realizada por Arkopharma Laboratorios con el asesoramiento del Centro de Información de la Cistitis.
Si atendemos al factor del calor y la humedad -caldo de cultivo perfecto para las bacterias- debemos tener especial cuidado cuando vamos a la piscina o la playa. Es recomendable cambiar el traje de baño mojado por uno seco después del baño y también regular la temperatura del aire acondicionado cuando estemos en un espacio cerrado para no coger frío.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más comunes de la cistitis son dolor, escozor o ardor al orinar, así como una sensación de 'vaciado incompleto', lo que básicamente significa que todavía sientes como si necesitaras orinar aunque acabas de ir al baño.
Otros síntomas pueden incluir sangre en la orina (esto puede o no ser visible), una sensación general de malestar (incluyendo cansancio y náuseas), necesidad de orinar con más frecuencia y orina oscura y con olor fuerte.
El cuadro de síntomas no incluye habitualmente la fiebre, por lo que si aparece fiebre esto indicaría que hay algún otro órgano afectado. En un varón puede ser la próstata y hablaríamos de prostatitis aguda, y puede verse afectado el riñón, por lo que siempre hay que acudir a un médico lo más rápido posible.
¿Qué causa la cistitis?
Según la doctora Sánchez-Dehesa, “la cistitis bacteriana se produce cuando las bacterias incorrectas ingresan al cuerpo a través de la uretra. Una vez que ingresan, pueden viajar por la uretra hasta la vejiga e incluso los riñones si no se trata”. Muy a menudo, la cistitis bacteriana es causada por bacterias malas que ingresan a la uretra desde la piel o alrededor del ano.
Limpiarse de la manera incorrecta y tener relaciones sexuales puede aumentar el riesgo de que esto suceda, así que tenemos que asegurarnos de limpiarnos desde la parte superior de la vulva hasta la parte inferior y orinar inmediatamente después de mantener relaciones sexuales.
La cistitis no bacteriana o no infecciosa normalmente es causada por hematomas o irritación de la uretra. “A menudo, esto puede deberse a la fricción durante las relaciones o deportes como el ciclismo y la equitación. Otras causas de cistitis no infecciosa pueden incluir sustancias químicas de jabones y productos de baño y cloro en las piscinas”, nos dice la doctora.
Tratamiento
La cistitis causada por una infección bacteriana generalmente se trata con antibióticos. Por eso, lo principal es acudir a tu médico de cabecera lo más rápido posible para que sea él quien te haga un cultivo y luego te recete los medicamentos más apropiados, dependiendo de si es la primera vez que tienes cistitis o si es una infección que ya habías padecido con anterioridad.
Además del cultivo de orina, el médico puede solicitar una cistoscopia (el médico inserta un tubo pequeño con una luz y una cámara en la vejiga a través de la uretra, para ver las vías urinarias en busca de signos de enfermedad) o una prueba de diagnóstico por imágenes cuando no hay síntomas tan claros de la infección.
Cómo huir de la cistitis
Algunos factores que nos pueden ayudar a contener la cistitis es beber muchos líquidos, para eliminar el sistema urinario, lo que ayudará a diluir la orina y nos permitirá orinar con más frecuencia. Debemos recordar que es recomendable orinar inmediatamente después de las relaciones sexuales. Esto ayudará a eliminar cualquier bacteria dañina que haya llegado a la uretra durante las relaciones.
La doctora no recomienda el uso de jabones o lubricantes aromatizados que pueden irritar la uretra. En época estival hay que ser más escrupulosos y es recomendable una adecuada higiene de las partes íntimas, no utilices el mismo jabón o gel que usas para el cuerpo. La zona íntima es más delicada y tiene un pH ligeramente diferente, por lo que es necesario un producto específico que no lleve detergentes agresivos y tenga en cuenta sus características, que limpie sin resecar, irritar ni producir una variación del pH. Y, si es posible, que contenga además activos hidratantes y emolientes.
Estos son los consejos que debes seguir para que no tengas que sufrir una cistitis este verano:
- Bebe mucho líquido, especialmente agua.
- Micción frecuente. Evita demorar ir al baño cuando sientes la necesidad de orinar.
- Sécate de adelante hacia atrás después de ir al baño. Esto evita que las bacterias de la región anal se extiendan a la vagina y la uretra.
- Dúchate en lugar de tomar baños.
- Vacía la vejiga tan pronto como sea posible después de la relación sexual. Bebe un vaso lleno de agua para ayudar a eliminar las bacterias.
- Evita usar desodorantes en spray o productos femeninos en la zona genital.