Un equipo de científicos y médicos ha salvado la vida de un niño de siete años mediante una terapia génica que ha permitido cambiar y regenerar un 80% de su piel. El chico, que estaba al borde de la muerte, sufre epidermólisis bullosa, una enfermedad que se manifiesta con la aparición de ampollas y heridas en la piel con el más mínimo roce y un altísimo riesgo de infecciones. Ahora es un niño sano que va al colegio y juega al fútbol.