Atrás quedaron los años en los que el acelerado ritmo de vida y la falta de tiempo hicieron difícil mantener unos hábitos alimenticios saludables. A pesar de la aparición de una amplia oferta alimenticia, protagonizada por cientos de alimentos procesados de consumo rápido, la población comienza a prestar atención a la dieta diaria.
Y es que, tal y como señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS), seis de cada diez enfermedades, como la hipertensión, el colesterol o la obesidad, tiene relación con una mala alimentación. Conscientes de esto, cada vez más personas tratan de llevar unos buenos hábitos nutricionales.
Sin embargo, la preocupación por la alimentación, y en muchas ocasiones el exceso de información, ha hecho que surjan dudas sobre cuáles son los alimentos saludables o no. Términos como ‘alimentos procesados’ y ‘alimentos ultraprocesados’ forman parte ya de nuestro día a día, incluso generando confusión.
¿Qué son los alimentos procesados y los ultraprocesados?
Según la agencia FAO de las Naciones Unidas, los alimentos procesados son “aquellos cuyo estado natural ha sido alterado, por ejemplo al congelarlos, deshidratarlos, molerlos, enlatarlos y mezclados con otros alimentos; también pertenecen a esta categoría los alimentos a los que se les ha añadido sal, azúcar, grasa u otros aditivos”.
La agencia también matiza que los alimentos ultraprocesados son “aquellos productos compuestos por múltiples ingredientes desarrollados de modo industrial. Son preparaciones altamente procesadas, al punto que su fuente vegetal o animal original es irreconocible”.
¿Los alimentos procesados son malos?
Aunque no siempre es justo, los alimentos procesados tienen mala reputación. Y es que no todo lo que se ha transformado y se presenta en caja, bolsa o bote, es malo. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición asegura que “los alimentos procesados suponen una importante contribución en la dieta de la población española”.
Dicho esto, hay que matizar que existen varios tipos de alimentos procesados. Entre ellos, aquellos que han sido mínimamente tratados, únicamente para ayudar a mantenerlos en buenas condiciones durante un poco más de tiempo, y que son opciones saludables que debemos incluir en nuestra dieta.
Alimentos procesados buenos para la salud
Llegado el momento de hacer la compra, parece que tenemos claro cuáles son los alimentos más sanos y naturales, aquellos ahora denominados ‘reales’, pero existen dudas entre los procesados. ¿Existen saludables?
Tal y como señalan los expertos, la respuesta es claramente sí. Aunque es cierto que muchos no lo son, como la bollería industrial y las patatas fritas, considerados ultraprocesados, o los panes y cereales refinados, existen otros que sí lo son, e incluso son una necesaria fuente de nutrientes.
- Yogur: es un alimento procesado de calidad cuyos ingredientes son (o deberían ser) solo leche y fermentos. Su tratamiento es de conservación, pasteurización de la leche y fermentación, y cuenta con buenos valores nutricionales. No están incluidos en esta categoría los yogures azucarados ni otros derivados.
- Cereales y panes integrales: los expertos recomiendan evitar el consumo de pan blanco, que ha sido refinado y adulterado, y sustituirlo por su versión integral, elaborado a partir de granos enteros.
- Verduras precortadas o congeladas: mientras que las verduras precortadas tan solo han sido procesadas para facilitar el consumo, las congeladas han sido tratadas para durar más tiempo. Estas últimas suelen recibir un tratamiento de ultracongelación tras ser recolectadas en el momento óptimo, por lo que se mantienen todas sus propiedades pudiendo disfrutar de ellas incluso fuera de su temporada.
- Pescados congelados: generalmente, son productos limpios y ultracongelados cuya calidad nutricional no se ve comprometida en comparación a los frescos.
- Aceite de oliva virgen extra: convertido en el rey de la dieta mediterránea, el aceite de oliva es un alimento procesado de calidad imprescindible en nuestra alimentación.
- Enlatados como verduras, hortalizas o productos del mar: con un procesado mínimo, necesario para su conservación, encontramos productos enlatados de calidad. Es el caso del atún, las anchoas, los guisantes o los espárragos.
- Legumbres en bote: al igual que ocurre con los productos enlatados, las legumbres en bote son un alimento procesado saludable. Con buenos valores nutricionales, e imprescindible en nuestra dieta diaria, las legumbres en bote facilitan su consumo.
- Carne elaborada: por ejemplo la carne picada, un producto al que se le añaden conservantes necesarios para garantizar la calidad del producto. A la hora de comprarlo, es recomendable que la carne nos la piquen en el momento, eligiendo la pieza que deseamos, y evitar la ya envasada, que en ocasiones cuenta con ingredientes no deseados.
- Chocolate con más del 85 por ciento de cacao: beneficiarse de las propiedades del cacao es posible con las tabletas de chocolate puro, sin extra de azúcar, con un alto porcentaje de cacao. Un delicioso alimento procesado que podemos incluir, sin reparos, en nuestra dieta.