Aunque asociada al envejecimiento, la artrosis es una enfermedad que no solo afecta cada vez a más gente, también antes de lo imaginado. Pero además, según los expertos, puede prevenirse desde muchos años antes. Y es que, aunque esta dolencia crónica no tiene cura, sí existen sencillos hábitos que ayudan tanto a retrasar su aparición como a aliviar sus síntomas.
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), “la artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago articular de una o pocas articulaciones. A medida que el cartílago va adelgazándose y agrietándose, se afectan también otras estructuras osteomusculares, lo que provoca un deterioro global de las articulaciones como unidad orgánica funcional”.
Entre los síntomas más comunes se incluyen dolor, hinchazón, rigidez y dificultad de movimiento de la articulación afectada. Tal y como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019, alrededor de 528 millones de personas en todo el mundo tenía artrosis. Unas cifras que aumentan a pasos agigantados debido “al envejecimiento de la población y al aumento de las tasas de obesidad y traumatismos”, que alertan del aumento de los casos.
Así lo apunta un estudio publicado en ‘The Lancet Rheumatology’, realizado en más de 200 países, que estima que en el año 2050, los casos de artrosis alcanzarán los 1.000 millones.
Según la OMS, el inicio habitual de esta enfermedad se presenta a partir de los 50 años. Así, alrededor del 73 por ciento de las personas que sufren artrosis son mayores de 55 años, aunque a edades más jóvenes ya pueden comenzar a notarse los síntomas. Unos síntomas que según el organismo se pueden reducir “realizando ejercicio y llevando una alimentación saludable para desarrollar músculos fuertes, así como manteniendo un peso saludable”.
Si sufres artrosis, estos son los alimentos que te pueden ayudar a aliviar los síntomas
Tal y como comentábamos, la artrosis es una enfermedad degenerativa que no se puede curar, pero sí retrasar su aparición o mejorar sus síntomas a través de la práctica de ejercicio y la alimentación. Así lo apunta la doctora Montserrat Romera Baurés, de la Sociedad Española de Reumatología, que señala: “La dieta mediterránea puede tener un efecto protector por sus propiedades antiinflamatorias, por su capacidad antioxidante, y por si efecto sobre la obesidad y el síndrome metabólico”.
En los últimos tiempos, son varios los estudios que destacan la relación entre el consumo de determinados alimentos y la mejora o prevención de la artrosis. Por ello, los expertos recomiendan el consumo de determinados alimentos que, gracias a sus propiedades y sus valores nutricionales, podrían ayudarnos a mantener y mejorar el estado de nuestras articulaciones.
-Frutas y verduras: ricas en vitaminas y minerales, las frutas y verduras también son ricos en antioxidantes que ayudan a proteger las células eliminando los radicales libres que las dañan. Es el caso de alimentos como los cítricos o los pimientos rojos, ricos en vitamina C; o la calabaza o zanahorias, que destacan por su aporte en vitamina A.
-Legumbres: además de ricas en antioxidantes, las legumbres ofrecen un alto contenido en fibra, que ayuda a reducir la inflamación y a mantener un peso adecuado. Según los estudios, el sobrepeso multiplica de manera notable el riesgo de sufrir artrosis en articulaciones como las rodillas.
-Aceite de oliva virgen extra: entre sus múltiples beneficios para la salud, el aceite de oliva virgen extra también combate la artrosis gracias a su alto contenido en polifenoles que aporta propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
-Cereales integrales: ricos en fibra y minerales como el hierro, el magnesio o el calcio, los cereales integrales como el arroz integral o la avena también son beneficiosos para las articulaciones.
-Pescado azul: ricos en ácidos grasos Omega 3, los expertos recomiendan consumir pescados como el salmón, el atún, la sardina, el rodaballo o la caballa.
-Carnes blancas: la carne roja está desaconsejada por completo para aquellas personas que sufren artrosis. En su lugar, se recomienda aumentar el consumo de carnes blancas, como la del pollo, el pavo o el conejo, ricas en proteínas y bajas en grasas.
-Frutos secos: nueces, almendras o avellanas son alimentos ricos en grasas saludables y con un alto contenido en proteína y fibra, que ayudan a mejorar la salud de las articulaciones.
-Vino: gracias a sus numerosos antioxidantes, como los polifenoles, el vino, consumido con moderación, puede ayudar a reducir el estrés oxidativo del cuerpo.