Cuidarse es imprescindible a cualquier edad. Así lo aseguran los expertos que recalcan la importancia de tener unos buenos hábitos alimenticios y un adecuado estilo de vida para gozar de una buena salud. Sin embargo, hay que prestar aún mayor atención a estos cuidados a medida de cumplimos años.
Con el paso del tiempo, el funcionamiento de nuestro organismo cambia, lo que obliga a modificar algunas rutinas para adaptarlas a las necesidades de cada momento. Y uno de esos aspectos es la alimentación. Y no solo nos referimos a que a partir de cierta edad, nuestro cuerpo alimentarse de una manera diferente con algún aporte extra de nutrientes, además, hay que saber eliminar aquello que nos perjudica.
Y es que, tal y como apuntan los expertos, de nada nos sirve tener una alimentación sana y equilibrada y practicar ejercicio de manera habitual, los dos pilares de una vida saludable según organismos como la Organización Mundial de la Salud, si se mantienen algunos hábitos que dañan nuestra salud, y echan por tierra todos los esfuerzos.
Los cuatro hábitos alimenticios que pueden dañar tu salud a partir de los 60 años
Tal y como comentábamos, con el paso de los años nuestro cuerpo experimenta cambios que requieren de unas necesidades diferentes. Por eso, es importante saber adaptar nuestros hábitos evitando los que perjudican la salud. Y no nos referimos solo a malos hábitos para la salud como fumar o beber alcohol. También existen algunas rutinas cotidianas a la hora de comer que a partir de cierta edad pueden acarrear problemas de salud.
Así lo apuntan desde la revista especializada en salud ‘Eat This Not That’, que recurre a la opinión de varios dietistas expertos para señalar cuatro hábitos alimentarios que pueden dañar nuestra salud, sobre todo a partir de los 60 años.
No comer suficiente proteína
Según el médico y dietista Courtney D´Angelo, el consumo de proteína es importante a cualquier edad ya que “puede ayudar a mantener la masa muscular, la fuerza y la salud ósea, y es una de las mejores maneras de ayudarle en sus esfuerzos por perder peso”. Unos aspectos que cobran mayor importancia y dificultad por conseguir a medida que cumplimos años.
Por eso, hay que prestar aún más atención a la ingesta de proteína a medida que se envejece: “Las personas mayores de 60 años tienen más riesgo de perder masa muscular, y no comer la suficiente cantidad de proteína durante el día podría acelerar el proceso".
Así, el experto sugiere incorporar alimentos como huevos, salmón, pollo o pavo a la dieta diaria
No beber el agua necesaria
Es importante beber agua durante todo el día, y no solo cuando se tiene sed. Este es uno de los consejos más repetidos entre los expertos, que no siempre es llevado a cabo. Pero además, “a medida que se envejece, la sensación de sed tiende a disminuir” señala la doctora Lisa Young, que advierte de los peligros que esto puede ocasionar en la salud: “Por esa razón, las personas mayores tienen a deshidratarse más que los jóvenes”. Con el fin de evitarlo, los expertos recomiendan controlar más que nunca la ingesta de agua.
Una dieta baja en fibra
La revista especializada lo tiene claro: “Uno de los peores hábitos alimentarios que se puede tener es no incluir suficiente fibra en la dieta diaria”. Un nutriente clave para llevar una vida saludable, sobre todo a partir de los 60 años.
Así lo asegura la dietista y experta en salud intestinal Kara Landau: “Asegúrese de incluir fibra insoluble para mantenerse regular, y fibra soluble para nutrir las bacterias beneficiosas que viven dentro de su intestino para mejorar la absorción de nutrientes, reducir la inflamación e impactar positivamente su estado de ánimo".
Para conseguir una ingesta adecuada de fibra, se recomienda incorporar a la dieta diaria alimentos como avena, bayas, manzanas o garbanzos.
Comer a deshoras o por la noche
En los últimos años, son muchos los expertos que recomiendan cenar al menos dos o tres horas antes de dormirse y, a ser posible, alimentos ligeros. Algo que no solo ayuda a hacer bien la digestión, también a descansar mejor.
Pero además de esto, la doctora Young advierte que ingerir alimentos a deshoras por la noche está relacionado con una mala alimentación que puede provocar problemas de salud: “Comer tarde por la noche a menudo va de la mano de la comida basura ultraprocesada y es particularmente problemático, ya que comer en exceso por la noche e ha asociado a un aumento de peso, fluctuaciones del azúcar en sangre y diabetes en una población que es más vulnerable”.