Enamorarte de alguien que objetivamente es imposible puede hacerte sufrir y mucho. Los amores imposibles parecen algo salido de una comedia romántica o incluso de Romeo y Julieta pero en la vida real pueden llevarte a experimentar sensaciones y sentimientos muy dolorosos y estresantes.
Cuando nos enamoramos, en nuestro organismo influyen factores tanto biológicos como culturales. Cuando alguien nos atrae, el cerebro experimenta una serie de reacciones químicas que nos hace incluso ver de una manera diferente el mundo que nos rodea. Al enamorarte de alguien que te corresponde y que siente lo mismo que tú, liberamos dopamina, serotonina y oxitocina, entre otros neurotransmisores y hormonas que nos hacen sentir emociones y alegría. Es como que estamos más felices que nunca sin un motivo aparente y que el mundo se vuelve un lugar mejor. Eso es el amor.
Pero si ese amor es imposible, ‘prohibido’ o inalcanzable por diferentes motivos, esa liberación de hormonas termina por ir decayendo hasta poder provocar problemas importantes para nuestra estabilidad emocional. Empeñarse en conseguir estar con una persona puede conllevar frustraciones personales, ansiedad, estrés e incluso problemas de salud mental de mayor gravedad.
Los expertos denominan este enamoramiento como 'el efecto de Romeo y Julieta', ya que lejos de desaparecer, el sentimiento de deseo o la necesidad de estar con el ser amado aumenta cuando existe esa dificultad. Es una atracción por la frustración, ya que nuestro cerebro desea experimentar todos los efectos positivos del amor a pesar de ser un imposible.
Por qué hay amores imposibles
El amor no es algo que pueda elegirse aunque muchas veces pensemos que nosotros controlamos la situación y que podemos enamorarnos cuándo queremos. Según apuntan los expertos, enamorarte no es algo tan ‘libre’ como podemos imaginar de primeras e incluso esa ‘tendencia’ a fijarse en personas objetivamente inalcanzables puede tener su origen en la infancia y en cómo nos han tratado siendo niños.
Hay personas que se enamoran de imposibles porque no pueden vivir en una rutina y tienen siempre que enfrentarse a retos o desafíos también en el terreno personal. Vivir continuamente en el límite o tratando de conseguir imposibles puede llevar a grandes frustraciones. Incluso un amor de este tipo puede esconder un miedo al compromiso, ya que como ese amor nunca va a ser correspondido, no vamos a tener que enfrentarnos a ningún tipo de compromiso con esa persona.
Consejos para no enamorarte de un imposible
Aunque no hay una fórmula mágica para evitar enamorarte de alguien que es imposible o inalcanzable objetivamente, hay algunas estrategias y enfoques que podrían ayudarte a manejar tus emociones y minimizar el riesgo de enamorarte de alguien así. La psicóloga y cofundadora de Zinquo, Laura Moncho Hernando, nos da las claves para conseguirlo:
- Establece límites claros. Desde el principio, establece límites claros en tus interacciones con esa persona. Si no le ves o no hablas con esa persona, será más fácil olvidarla.
- Enfócate en la realidad. Intenta ver a la persona de manera objetiva y realista. Evita idealizar a la otra persona y no ver únicamente todo de color de rosa. Reconoce tanto sus virtudes como sus imperfecciones, que como todos seguro que las tiene.
- Conoce a otras personas. Amplía tu círculo social, sal con amigos y conoce a nuevas personas. Al involucrarte en diferentes entornos y conocer a personas con diversas experiencias y perspectivas, puedes abrirte a la posibilidad de encontrar conexiones más saludables.
- Enfócate en ti mismo. Dedica tiempo y energía a tu propio crecimiento personal, metas y actividades. Desarrollar tu autoestima y encontrar satisfacción en tu vida individual puede ayudarte a depender menos de las relaciones románticas para tu felicidad.
- Reflexiona sobre tus patrones. Examina tus experiencias pasadas y considera si has tenido tendencias a enamorarte de personas inalcanzables. Comprender tus propios patrones puede ser el primer paso para cambiarlos.
- Consulta a amigos de confianza. Comparte tus sentimientos con amigos de confianza o con personas que te quieran de verdad y que puedan ofrecer perspectivas objetivas sobre enamorarte de esa persona que nunca estará a tu lado. A veces, las personas cercanas pueden proporcionar valiosos consejos y señalar aspectos que podrías pasar por alto.
- Prioriza el autoconocimiento. Reflexiona sobre tus propias necesidades, deseos y valores en una relación. Cuanto más claro seas acerca de lo que buscas y necesitas en una pareja, será más fácil reconocer cuando una conexión puede no ser saludable o viable.
- Pide ayuda. Si lo necesitas, no lo dudes y pide ayuda a un profesional que te ayude a olvidar a esa persona y a mirar hacia adelante con optimismo.
"Recuerda que no siempre puedes controlar de quién enamorarte. Sin embargo, adoptar estos enfoques puede ayudarte a gestionar tus emociones de manera más saludable y a tomar decisiones más conscientes en tus relaciones. Y recuerda: "Amar lo posible libera, lo imposible limita”, aconseja Laura Moncho.
Caer en la misma piedra
Hay personas que siempre buscan un perfil que les haga sufrir, ¿por que? “Las personas que caen repetidamente en amores imposibles pueden hacerlo debido a patrones de la infancia, baja autoestima, miedo al compromiso o al éxito, necesidad de rescate, adicción emocional, falta de límites personales o creencias distorsionadas sobre el amor”, concluye la experta.
Cómo olvidar un amor imposible
Si te has dado cuenta de que esa persona no es para ti o de que no es el momento en el que podéis vivir vuestro amor con plenitud, es el momento de pasar página y mirar al futuro. Eso sí, debes saber que cuando esto pasa, tendrás que pasar el conocido como duelo, algo que hay que afrontar cuando perdemos a alguien que amamos de una u otra manera.
En este proceso es probable que experimentes emociones muy diferentes como la rabia, el enfado o la tristeza. Poco a poco irás volviendo a sentirte mejor y podrás recuperar la alegría y las ganas de volver a enamorarte. No hay prisa, tómate tu tiempo y trata de quererte y cuidarte.
