Vivir en pareja no siempre es una balsa de aceite y los problemas pueden surgir incluso cuando menos lo esperamos o cuando más felices somos. Las relaciones de pareja ideales de las películas no existen y es mejor pensar en un amor en el que prima el respeto y la sinceridad que una idílica en la que todo es un mundo (irreal) de color de rosa.
Ser mejor pareja y hacer que tu relación sea sana y feliz no es tan complicado. El amor no es un libro de matemáticas en el que hacer operaciones para conseguir un número concreto, sino un conjunto de ingredientes que van del cariño al respeto pasando por la comunicación que nos hacen vivir una relación de pareja de forma sana. ¿Cómo puedes ser mejor pareja? Te explicamos cómo lograrlo.
Una relación tiene que basarse en el amor y eso incluye el afecto. Ten detalles con tu pareja, trata de que se sienta bien cuando estáis juntos y no pierdas la ilusión. La rutina puede hacer que todo se venga abajo y no siempre se puede estar al cien por cien.
Pero debéis intentar encontrar puntos en común, tener momentos de ocio que os gusten a los dos y debéis buscar un tiempo y un espacio para vosotros si tenéis hijos y tratar así de sorprenderos mutuamente aunque llevéis muchos años juntos. Sé generoso, pero ojo, no seas tú solo el que da todo por el otro. Ese afecto debe ser de ida y vuelta.
Sin respeto, no hay amor
Amar a alguien significa respetarlo tal cual es. No intentes cambiar a tu pareja, respeta su forma de ser y de vivir y si la quieres de verdad esto no supondrá ningún problema. Cuando tratas de cambiar a tu pareja, solo consigues el efecto contrario. Cada uno tiene sus peculiaridades y en eso consiste el amor. Pueden surgir problemas y diferencias, eso es sano, pero no vivas en una relación en la que las discusiones priman sobre el resto de situaciones cuando estáis juntos.
Reconoce tus errores
Nadie es perfecto por lo que cuando hayas cometido un error o hayas hecho algo que ha provocado un sentimiento negativo en tu pareja, pide disculpas y encuentra la manera de evitar que eso pueda llegar a suceder de nuevo. Hay ocasiones en las que no reconocer un fallo puede derivar en una discusión mayor o en una falta de confianza por la otra parte.
Respira dos veces
Es mejor tomarse un tiempo antes de responder o posponer la discusión a otro momento si estamos muy nerviosos antes de perder los papeles. Habla con respeto a la otra persona, valora cómo es y no te dejes llevar por la rabia en los enfados. Con respeto todo se arregla de manera más fácil.
Confía en el otro
Si quieres ser una buena pareja, confía en la otra persona. Una relación basada en los celos y la desconfianza es una relación tóxica en la que solo habrá sufrimiento. La libertad del otro y la tuya propia deben ser una prioridad. Ten tus amigos, disfruta con ellos, dedícate tiempo a ti mismo y deja que tu pareja haga lo mismo. Si algo te molesta, dilo con naturalidad y sin miedo a que la otra persona se enfade. No invadas su vida privada, respeta sus tiempos y su lado más íntimo. Ni se te ocurra mirar su mail, ni registrar su móvil. Repetimos: confianza es igual a una relación sana y feliz.
Respeta el espacio de tu pareja
Seguro que os encanta hacer cosas juntos, pero es más que probable (y sano) que os guste pasar tiempo con otras personas. Respeta ese espacio personal y no te enfades cuando te diga que ha quedado con amigos y que quiere ir a algún sitio sin ti. Esos espacios personales os ayudarán a crecer de manera individual y como pareja.
Habla mucho
No ocultes ninguna preocupación a tu pareja, cuéntale lo que te pasa por la cabeza, si te sientes mal o bien y si hay algo que te incomoda en vuestra relación. Y pregunta si sientes que algo no va bien. No te guardes nada porque al final se enquistará y si hay un problema será mucho más difícil de resolver. La comunicación debe ir de la mano de la sinceridad y la honestidad si lo que quieres es disfrutar de una relación tranquila en la que las dos partes sean conscientes de lo que hay.
Sentido del humor
Reírse es bueno para el corazón pero también para fortalecer una pareja. Haz reír a tu pareja, sácale una sonrisa en un mal momento y aunque pueda parecer una tontería, reíros a carcajadas con cualquier tontería o al ver una comedia. La risa es contagiosa y muy beneficiosa para la salud… sentimental.
La piel importa
Hay momentos en una pareja en los que puede que las obligaciones familiares, el estrés, el trabajo o decenas de problemas ajenos hagan que la intimidad deje de estar en un primer plano. No pasa nada si es algo puntual, pero no debería alargarse en el tiempo. Es fundamental tener momentos para estar juntos y mostraros el amor también con gestos, abrazos, caricias y besos. El sexo también forma parte de una relación sana y hay que respetar los tiempos o las circunstancias. Aquí de nuevo, la comunicación es clave para evitar malos entendidos o que la otra persona sienta que ya no es deseada como antes.
Trabajo en equipo
Cuando una pareja funciona, toma las decisiones de manera conjunta. Seguro que cuando tienes que decidir un cambio de trabajo o de residencia, piensas en tu pareja y en cómo puede afectarle de manera directa o indirecta. Cuéntale lo que te preocupa y tomad decisiones consensuadas si el tema os afecta a los dos. Es un trabajo en equipo en el que se respeta lo que opine el otro y se busca la mejor solución a un problema o preocupación. Esto fortalece de una manera tremenda el vínculo y la unión entre ambos miembros de la pareja.
