Una vida sexual activa no siempre es sinónimo ni de felicidad ni de vida sexual saludable. Pero es cierto que tener relaciones sexuales satisfactorias y placenteras hace que se generen ciertas hormonas que nos hacen sentir mejor física y mentalmente. La actividad sexual tiene grandes beneficios para el organismo y efectos muy saludables, aunque también hay algunos mitos que habría que desterrar de una vez por todas.
Los beneficios de una vida sexual activa son muchos. El sexo mejora el bienestar físico e incluso puede ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunitario. La actividad sexual quema calorías y tonifica el sistema osteomuscular. Además, ayuda a reducir el estrés e incluso puede facilitar que se concilie mejor el sueño y se duerma mejor. Una vida sexual activa mejora la actividad cerebral. Estudios con humanos y animales mostraron que la actividad sexual coloca al cerebro en modo más analítico y facilita el proceso de pensamiento. Por otro lado, la actividad sexual incrementa las áreas cerebrales relacionadas con la memoria.
Mitos sobre la vida sexual
Nos encontramos con la idea de que tener más sexo fortalece la relación y la conexión emocional, y “no es cierto que se dé únicamente por tener relaciones sexuales. Muchas parejas tienen un vínculo muy sólido y la sexualidad está en un segundo plano en su sistema relacional y acuerdos... Lo que sí considero que es muy importante es la comunicación y ver qué necesitan unos de otros en la relación”, nos explica Alba Povedano, sexóloga y encargada de Amantis Gràcia.
“Hay veces que una tarde de caricias bajo las sábanas, conversaciones profundas, una noche de juegos de mesa con tu pareja, o mirarse a los ojos fortalece más la relación que no el tener sexo cinco veces a la semana de forma monótona y ni siquiera escuchar las necesidades de mi compañero/a”, añade.
Otro mito que se debería derribar sobre la vida sexual es que el sexo te hace tener ganas de más. “Podría ser que sí, en el caso de que lo disfrutes y que sea algo que se está despertando, pero en muchas ocasiones, tener relaciones sin deseo, podría ser totalmente contraproducente y ser un motivo más de peso para rechazarlo aún más fervientemente la próxima vez que se presente la ocasión”, nos dice Povedano.
Hay personas que dicen que no tener una vida sexual activa te hace tener mal humor. “Totalmente incierto. No tener relaciones sexuales es totalmente independiente de ser una persona con mejor o peor humor. Hay muchos otros factores que influyen muchísimo más, como la capacidad de resolver conflictos, o gestionar tus propias emociones y sostener las del resto”, asegura la experta.
A veces hablamos demasiado de sexo sin tener mucha idea de lo que estamos diciendo. ¿Cuáles son las implicaciones mentales que puede tener hablar de sexo sin conocimiento de causa? “Hablar sin conocimiento de causa puede ser muy doloroso, sobre todo para las personas que puedan estar escuchando. La sexualidad forma parte de una esfera súper íntima del ser humano, y por el tabú que implica hablar de ello abiertamente, muchas veces buscamos respuestas a cosas que nos preocupan en cualquier lado, ya sea en Internet, redes sociales, amistades, o con la misma familia”, nos dice la sexóloga.
En muchas ocasiones, “estas respuestas vienen sin una base científica o de una propia experiencia personal y, de la misma forma que tenemos integrado que necesitamos un dentista para que nos examine nuestra salud bucodental (porque es única), deberíamos entender que la sexualidad es igual de compleja, y que lo que me ocurre a mí, puede no tener la misma solución en otras personas”, añade.
Además, una vida sexual activa, ya sea en compañía o en solitario, nos puede ayudar a conciliar el sueño, bajar los niveles de estrés, mejorar el estado de ánimo, y pueden reducir la tensión arterial y el dolor, ya que las endorfinas actúan como analgésico natural.
¿Qué pasa si no se tienen relaciones sexuales con frecuencia? “Por pasar, no pasa nada si no se tienen relaciones sexuales con frecuencia. Pasaría mucho más si se tuvieran sin apetecerte o sintiéndote obligado/a por “cumplir” con la pareja o con lo socialmente estipulado. Creo que hay parejas muchísimo más felices teniendo pocas relaciones sexuales, pero siendo muy íntimas y compartiendo otros momentos y hobbies, que otras que tienen muy a menudo y no tienen momentos de intimidad”, afirma.
¿Qué otras vías existen para desprender las hormonas de la felicidad? Hay muchísimas más cosas que nos hacen generar hormonas de la felicidad, como podría ser hacer deporte; estar en contacto con la naturaleza; ponernos música; bailar; practicar un hobby; manualidades, como pintar, cerámica, cocinar o leer, entre otras; es decir, siempre que tengamos ese momento en el que desconectemos y hagamos algo solo por puro placer. Algo también súper importante es dormir el tiempo suficiente y tener una alimentación nutritiva y saludable.
Consejos para una vida sexual saludable
Es esencial “tener una buena salud mental, para empezar. Cuando tenemos cuidado de lo que está a nuestro alrededor, damos mucho más espacio al placer. Nos cuidamos, exploramos hobbies, vivimos sin culpa el disfrute, y si vamos eliminando factores importantes que nos inhiben, como el estrés o la carga mental, aparece esa vida sexual más activa y con ganas, ya sea de vivirla en solitario o compartida. Es muy importante cuidarse y cultivar toda la esfera del placer, la dicha, el disfrute y la satisfacción”, aconseja Povedano.
¿El efecto es el mismo si mantenemos relaciones sexuales que si utilizamos juguetes eróticos? “Nunca será lo mismo tener una relación en solitario o con juguetes sexuales que compartir una experiencia sexual con otra persona por lo que nos aportará a nivel emocional: reírnos, compartir un momento muy íntimo, tener conversaciones y compartir caricias y besos…, pero lo cierto es que los beneficios que se obtienen a nivel hormonales son parejos: aumenta el flujo sanguíneo, se reduce la presión arterial, y el orgasmo nos ayuda a que se liberen endorfinas, dopamina y oxitocina”, concluye la sexóloga.