La higiene íntima es algo indispensable durante todo el año si queremos evitar infecciones o enfermedades más graves. Pero se hace aún más importante cuidar la higiene de las partes íntimas durante el verano, cuando el sudor, el calor y el agua del mar o la piscina pueden hacer que nuestro cuerpo esté más expuesto a esas infecciones indeseadas.
Además, si nuestra idea es tener relaciones sexuales en la época estival, debemos cuidar con mucho más detalle la higiene íntima. La humedad o incluso tener el sexo en la playa o en el mar pueden provocar infecciones muy molestas y que pueden fastidiarte las vacaciones por un momento de placer en el que no hayas tenido mucho cuidado.
Es crucial ser consciente de estos riesgos y tomar precauciones para minimizar la posibilidad de infecciones y otros problemas de salud. Si se experimentan síntomas inusuales después de tener relaciones sexuales en el mar, es importante consultar con un profesional de la salud.
Riesgos del sexo en la playa
Tener relaciones sexuales en el mar puede ser una experiencia única, pero también conlleva ciertos riesgos, especialmente en cuanto a infecciones si no tenemos una buena higiene íntima y algunos cuidados básico. Estos son riesgos más comunes asociados con esta práctica:
1. Infecciones del tracto urinario (ITU). El agua salada y la arena pueden irritar la uretra y facilitar la entrada de bacterias, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario. Esto es particularmente preocupante para las mujeres, ya que su anatomía hace que la uretra esté más cerca del exterior del cuerpo. Es importante elegir playas con buena calidad de agua y evitar aquellas que puedan estar contaminadas.
2. Infecciones vaginales. El cambio en el equilibrio del pH causado por el agua salada o la arena puede alterar la flora vaginal, lo que podría conducir a infecciones por hongos o vaginosis bacteriana. Asegúrate de lavarte bien los genitales después de salir del agua para eliminar sal, arena y posibles contaminantes.
3. Infecciones de transmisión sexual (ITS). El agua no proporciona una barrera protectora contra las ITS. Además, el uso de preservativos puede ser menos efectivo en el agua debido a la fricción y a que se pueden deslizar más fácilmente.
4. Irritaciones y alergias. El contacto con agua salada del mar, la arena de la playa o incluso ciertos microorganismos presentes en el agua del mar o la piscina puede causar irritación en las zonas íntimas. También existe el riesgo de desarrollar reacciones alérgicas a estas sustancias.
5. Cortes y heridas. La arena o pequeñas piedras pueden causar cortes o abrasiones en la piel, lo que aumenta el riesgo de infección si no se limpian adecuadamente. Si vas a tener relaciones en la playa, usa una toalla, aunque ya te decimos que la molestia de la arena será casi inevitable.
Consejos para una higiene íntima
Los expertos de EasyToys nos dan algunas claves para tener una higiene íntima perfecta en verano y disfrutar de las vacaciones y las relaciones sexuales sin ningún riesgo:
Llevar siempre ropa de recambio. Llevar un bikini o ropa interior de recambio para no tener que estar con el bañador mojado. Un lugar húmedo, con poco oxígeno y calentito es el hogar perfecto para los hongos. Como sabrás, un bikini mojado en contacto con nuestra piel dará lugar a estas tres situaciones y… ¡Desastre!
Cuando tengas la regla, la acidez de la zona disminuirá y eso la convertirá en un escenario perfecto para infecciones. Por ello, es muy importante cuidar bien la zona genital en el momento de tu periodo.
Emplea agua tibia para limpiarte y si con esto no te es suficiente, aunque, si quieres profundizar un poco más en la limpieza, existen geles de lavado sin jabón diseñados para mantener el equilibrio natural de la piel íntima, previniendo molestias, irritaciones y sequedad.
Lo ideal es que uses “bragas menstruales”, permiten la absorción del flujo menstrual y son (o deberían ser) antibacterianas, con el fin de evitar olores. Se pueden lavar con normalidad después de cada uso y son reutilizables, lo que las convierte en una alternativa ecológica y respetuosa con el medio ambiente. El tiempo que puedas usarlas dependerá del flujo que tengas y del día del ciclo en el que estés.
Si vas a la playa o a la piscina y no puedes llevar ropa interior menstrual, evita los tampones, ¿Por qué? Porque así como absorben el flujo menstrual, cuando te bañas en la piscina, hacen lo mismo con el cloro y otras sustancias presentes en el agua y nada buenas para tu vagina. Los puedes sustituir por la copa menstrual (que sea de silicona de grado médico), ya que no altera el pH vaginal.
Toallitas íntimas para cada ocasión (¡y no en exceso!) Es importante limpiarse de la forma adecuada para evitar irritaciones y complicaciones en la piel. Sin embargo, las toallitas íntimas hay que tratar de usarlas con cautela y en ocasiones puntuales (al practicar sexo en la playa, por ejemplo). Existen diferentes tipos de toallitas para cada ocasión: toallitas con lubricante perfectas para antes del coito, toallitas para después del sexo y toallitas para limpiar nuestros juguetes.
Nada de duchas vaginales (a no ser que te lo recomiende un médico), la vagina tiene su propio mecanismo de depuración y no las necesita. Irrigar el interior de la vagina elimina las bacterias buenas que habitan en la zona y altera el equilibrio del que tanto hablamos en este artículo.
Lo ideal es limpiarse la zona íntima con agua tibia y nada más, ya que tu vagina sabe cómo mantener en equilibrio el pH de su zona y de hecho, tiene bacterias específicamente dedicadas a ello.
Si durante tus vacaciones tienes pensado vivir una experiencia emocionante y diferente con tu pareja practicando sexo en la playa, ten en cuenta que la arena o el agua salada del mar pueden resultar incómodos y causar irritación. Por eso, optar por opciones como geles lubricantes a base de agua y usar preservativos (también para el sexo oral) es clave (estos, además de evitar riesgos de infecciones y embarazos no deseados, protegerán tus genitales de posibles irritaciones).
