La Unión Europea quiere un continente completamente descarbonizado en 2050, y para ello se ha marcado ambiciosos objetivos y estrategias en diferentes ámbitos. Uno de esos territorios de actuación es la eficiencia energética de los edificios. Se estima que el 40% de las emisiones que se producen en Europa provienen de la calefacción en los hogares con combustibles fósiles. Una huella ambiental que quiere atajarse mediante el fomento de soluciones tecnológicas basadas en energías renovables como la aerotecnia. Estos sistemas, popularmente conocidos como bombas de calor, logran ahorros energéticos de entre un 50 y un 70% y es cuatro veces más eficiente que una caldera de gas tradicional.
El organismo europeo se marcó el objetivo de instalar hasta 60 millones de bombas de calor en el parque inmobiliario continental para 2030, e instó a los fabricantes a realizar las inversiones necesarias para atender a esa demanda. Sin embargo, tras unos años 2021 y 2022 prometedores en cuanto a la evolución de las ventas y el compromiso de las administraciones, en la actualidad esa tendencia positiva parece haberse invertido. “En 2024 la demanda en Europa ha caído en un 47%”, alertó Enrique Vilamitjana, miembro de la junta directiva de EHPA, la Asociación Europea de Bomba de Calor, durante un evento celebrado recientemente sobre el tema en Madrid. Entre las razones para este frenazo, este especialista apuntó a la falta de unas directrices claras a nivel normativo o sobre las subvenciones que acompañan a este tipo de instalaciones. “Necesitamos una regulación constante. No podemos estar innovando todo el tiempo, porque, aunque pensemos que es para mejorar, con tanto cambio lo que conseguimos es paralizar el mercado”, advirtió.
La bomba de calor logra ahorros energéticos de entre un 50 y un 70% y es cuatro veces más eficiente que una caldera de gas tradicional
Vilamitjana instó a todos los agentes implicados a trabajar juntos en la búsqueda de soluciones. “La bomba de calor es el arma más potente tiene Europa en su objetivo de lograr la independencia energética. Pero hay que darse prisa. Porque mientras Europa duda, China y EE. UU. se mueven claramente hacia esa dirección”, dijo. Y recordó: “La bomba de calor es una inversión, no un coste, pero para impulsar su desarrollo necesitamos tarifas eléctricas predecibles y estables, "fair play” y recuperar la confianza de los inversores”.
Una fiscalidad “contra ambiental”
En España hay 14 millones de viviendas que es necesario adaptar desde un punto de vista energético, a las que se suman las 100.000 de obra nueva que se construyen anualmente. “Todos tenemos claro que hay que descarbonizar, pero no lo dejemos todo para el final, porque tenemos una responsabilidad con las nuevas generaciones si queremos dejarles un planeta mejor” reclamó en el foro Francisco Perucho, presidente de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC).
Patxi Calleja, director de Regulación de Iberdrola España, recordó que en España la fiscalidad está lastrando el despegue de una tecnología que “ya es competitiva” como es la bomba de calor. “Tenemos una fiscalidad contra ambiental que penaliza a la electricidad renovable frente a otras como el gas. Es una estrategia que mina el desarrollo industrial, la competitividad de nuestras empresas y que dificulta la autonomía energética del país”, alertó. Una idea con la que coincidió Francisco Perucho: “No podemos penalizar una tecnología si creemos que es la tecnología del futuro. No tiremos piedras sobre nuestro propio tejado”.
Patxi Calleja, director de Regulación de Iberdrola España, durante el evento.
Casos de éxito
A pesar de estas dificultades, hay casos de éxito que confirman la viabilidad de las soluciones de aerotermia. “Algunos sectores avanzan más rápidamente que otros”, expuso Alicia Blanco, responsable Smart Clima a Medida, de Iberdrola. Un ejemplo de ello es el sector educativo. La especialista de Iberdrola presentó varios ejemplos de colegios que ya han cambiado sus calderas de combustibles fósiles por bombas de calor, con ahorros de cerca del 50% y una expectativa de retorno de la inversión de tres años.
Confort, ahorro, eficiencia y revalorización de sus edificios son los objetivos que buscan los colegios con el cambio de calderas de combustibles fósiles por bombas de calor… Esencialmente, “los mismos que cualquier ciudadano”, indicó. ¿Cuál es la diferencia? “Hay divulgación de las ventajas del sistema dentro del sector y casos de referencia que se transmiten por el boca a boca”. Además, añadió, las administraciones están inyectando fondos para este tipo de renovaciones. Y, por último, recordó, “los colegios son empresas que buscan clientes, y se han dado cuenta de que esa imagen que proyecta el cambio a sistemas de climatización sostenible es positiva para ellos”, explicó.
Acelerar la rehabilitación de edificios
La rehabilitación es la gran vía de entrada de las bombas de calor en las viviendas españolas. Pero ese proceso que parecía que iba a acelerarse con la entrada de los fondos NextGeneration EU parece haberse estancado. El desfase entre temporal entre la inversión inicial que deben desembolsar los propietarios y la llegada del incentivo, la ausencia de herramientas de financiación a medida y una deficiente información acerca de las implicaciones del cambio son algunos de los obstáculos que frenan esas rehabilitaciones.
“El interés por la rehabilitación se ha incrementado desde la pandemia. Sin embargo, es preocupante que los sistemas de climatización solo estén en cuarto lugar entre las prioridades de los ciudadanos a la hora de plantearse una de estas actuaciones, por detrás de cocinas, ventanas o suelos”, comentó Laureano Matas, secretario general del Consejo Superior de Arquitectos (CSCAE). La falta de una buena información y un mejor “marketing” acerca de las implicaciones de una reforma, de sus beneficios y de cuáles son las cuestiones prioritarias a la hora de abordar uno de estos proyectos (envolvente, optimización, cambio de equipos…) son algunas de las razones que se apuntaron en el encuentro como obstáculos para la rehabilitación.
Las soluciones de aerotermia miran hacia le rehabilitación de edificios,
Para Manuela Julia Martínez Torre, presidenta de CAF Madrid y vicepresidenta del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAFE), los costes del proyecto y la dificultad de acceder a ayudas y subvenciones son otros de los grandes problemas que lastran la rehabilitación del parque inmobiliario español. “Porque no todos los propietarios tienen la capacidad económica para una reforma integral, y tampoco hay una financiación bancaria fácil”.
La representante de los administradores de fincas españoles también apuntó a las deficiencias en el sistema de ayudas. “Las ayudas no son creíbles. La Administración obliga a hacer gastos anticipados al ciudadano y luego los fondos no llegan. Así que las comunidades van haciendo reformas parciales cuando ya no les queda más remedio. Porque el parque inmobiliario es antiguo y hay humedades, filtraciones…”.
Para esta experta, es esencial que la administración simplifique la tramitación de las subvenciones. “Acceder a una subvención es como preparar una oposición, no puedes esperar a que salga, hay que ir preparándola desde mucho antes”. En ese sentido, terció, Laureano Matas, lo mínimo que se le puede pedir a la administración es “que no ponga trampas”. Y lo ilustró: “te exigen que rehabilites, pero si pides una subvención, ellos tardan seis meses en contestarte, y cuando lo hacen te dan a ti 10 días para presentar un proyecto ya hecho”.
Certificados de Ahorro Energético
Los Certificados de Ahorro Energéticos (CAEs) son uno de los instrumentos que está permitiendo obtener precios más ventajosos en la sustitución de calderas de combustión por bombas de calor. Facilita monetizar los ahorros energéticos, recuperando parte del coste de las inversiones en eficiencia energética, de manera que el usuario final puede recibir una contraprestación si vende los ahorros obtenidos para su posterior certificación mediante el Sistema de CAE.
Con los certificados de ahorro energético (CAE), Iberdrola realiza un descuento directo en el precio de compra. Así, para un sistema de aerotermia, con una inversión inicial de entre 12.000 y 14.000 euros, un cliente puede beneficiarse de una rebaja directa de hasta 2.000 euros en la factura. Es decir, un 14% en la inversión inicial.