Quién no ha oído hablar del melanoma. El melanoma es el cáncer de piel más agresivo, que se produce en los melanocitos, las células productoras de la melanina, el pigmento que da color a la piel. Suele aparecer en gente joven, de entre 20 y 40 años, y en el 90% de los casos se debe al impacto directo de los rayos del sol sobre la piel.
Pero el melanoma no es el único cáncer de piel que existe, ni siquiera el más frecuente. El más generalizado es el epitelioma, el cáncer de piel que se produce por alteración de las células más superficiales del tejido externo del cuerpo humano. Este es el cáncer más frecuente de todos cuantos se producen. Y lo es tanto, que la mitad de los cánceres que se diagnostican en el mundo son cánceres de piel.
El melanoma, con ser el más agresivo, no es el cáncer de piel que más muertes produce. Este triste récord lo tiene una variante del epitelioma, el denominado carcinoma espinocelular, un tumor maligno en el que se observa una proliferación sin control de las células del estrato espinoso de la piel. Aunque menos agresivo que el melanoma, el epitelioma espinocelular es mucho más frecuente y, en consecuencia, produce mayor mortalidad.
Según la Asociación Española contra el Cáncer, el melanoma produce 12 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que las restantes variantes generan en torno a los 38 casos por cada cien mil. Tres veces más, como poco.
Más protección contra el cáncer de piel
El Dr. Ricardo Ruíz, jefe del Servicio de Dermatología de Hospital Ruber Internacional y director médico de Clínica Dermatológica Internacional (CDI), es optimista respecto a la actitud preventiva de la población. “Cada vez hay más personas que se fotoprotegen -dice-. Hoy ya no es tan elegante estar moreno. Y los jóvenes han entendido el mensaje en su mayoría. Aunque todavía hay personas que acuden a consulta por importantes quemaduras solares. Pero son los menos”.
El cáncer de piel más generalizado es el epitelioma, que se produce por alteración de las células más superficiales del tejido externo del cuerpo humano
Los tratamientos para el cáncer de piel están avanzando de manera significativa. Existen nuevos fármacos que logran curar estos cánceres incluso aunque hayan producido metástasis. Además, los cánceres de piel se pueden tratar con radioterapia e incluso con terapia fotodinámica, una técnica que logra eliminar el cáncer de piel sin cirugía. Las herramientas de las que dispone la dermatología moderna para diagnosticar y tratar el cáncer de piel han aumentado enormemente en los últimos diez años.
Pero en un futuro inmediato, la inmunoterapia jugará un papel esencial porque el sistema inmunológico es una pieza esencial para el control de este tipo de dolencias. La estimulación de las defensas del paciente conseguirá controlar muchos cánceres de piel como acredita el hecho de que en las personas con las defensas bajas el cáncer de piel es mucho más frecuente.
La cirugía de Mohs
La cirugía también se utiliza en los casos de cáncer de piel cuando se trata de tumores localizados y bien definidos.
La cirugía con control microscópico o cirugía de Mohs se ha convertido en el mejor tratamiento para estos casos, ya que quita todo el tumor y nada más que el tumor. Se trata de la técnica más eficaz y segura para tratar el cáncer de piel de tipo no melanoma y algunos subtipos de melanoma.
La cirugía de Mohs, de aplicación ambulatoria con anestesia local, cuenta con una tasa de curación del 99%.
A diferencia de la cirugía convencional, en la que se analiza un 3% de la muestra extirpada, en la cirugía de Mohs el procesamiento de la muestra permite la visualización del 100% de los bordes del tumor al microscopio, lo que permite una extirpación precisa, que elimina todos los elementos contaminados y preserva los sanos.
La cirugía de Mohs, de aplicación ambulatoria con anestesia local, cuenta con una tasa de curación del 99%.
En todo caso, como en tantas situaciones relacionadas con la salud, la clave de la lucha contra el cáncer de piel estriba en la prevención. El uso de cremas fotoprotectoras en cualquier época del año es ya un lugar común en el que nunca se insiste lo suficiente. Y conviene no olvidar que un chequeo anual de piel, uñas y pelo (skin check) es la mejor garantía de que no se encuentre alguien de pronto con sorpresas desagradables.