El equipo de Sergio Bertazzo y Susannah Maidment informa del descubrimiento de estructuras orgánicas de ocho huesos de dinosaurios del Cretácico, ninguno de los cuales estaba especialmente bien preservado. Componentes de tejido blando, incluyendo estructuras que parecen células y moléculas que parecen proteínas, se han encontrado con anterioridad en fósiles de décadas de antigüedad, pero sólo en especímenes que se habían preservado excepcionalmente bien y probar su identificación había tenido controversia.
Hasta ahora, los científicos habían asumido que las moléculas de las proteínas se descomponen en períodos relativamente cortos, y no se pueden preservar durante más de 4 millones de años, por lo cual está generalmente aceptado que sólo se preservan partes de la proteína original y que la estructura completa se ha perdido.
Algunos de los huesos contenían estructuras que parecen ser glóbulos rojos que contienen núcleo y muestran un perfil similar a la sangre de emu cuando se sometieron a un espectrómetro de masas. Otras estructuras parecían contener la proteína estructural colágeno, con moléculas enrolladas con la característica estructura de soga del colágeno y que contenían fragmentos de los aminoácidos que forman la proteína.
Estos descubrimientos sugieren que incluso los más modestos fósiles podrían merecer un análisis molecular. La preservación de la proteína a lo largo de períodos geológicos podría permitir también a los investigadores investigar la fisiología y conducta de animales extinguidos hace mucho tiempo.
Referencia: Fibres and cellular structures preserved in 75 million year old dinosaur specimens (Nature Communications) DOI 10.1038/ncomms8352