Mucho ruido y casi ninguna nuez en el último día de mercado invernal de fichajes en la NBA. Las tan cacareadas posibles operaciones que pudieron involucrar a Sergio Rodríguez, José Manuel Calderón, Nikola Mirotic y Ricky Rubio sólo tuvieron, a la hora de la verdad, al de El Masnou en el ojo del huracán.
Suns, Wizards y Kings preguntaron por Rodríguez, que seguirá sin embargo en Philadelphia y, presumiblemente, 'volará' en verano; Calderón vio que no sólo se enfriaba el interés de los Cavs por él sino que, además, los Lakers adquirían a Tyler Ennis en su puesto; y Mirotic no concretó su pase a los Sixers, lugar al que los Bulls pretendían enviarle en un intercambio por Jahlil Okafor.
Sólo Ricky temió hasta el último segundo por tener que hacer las maletas, ya que era un secreto a voces que Tom Thibodeau, su entrenador en Minnesota, buscaba alternativas para su posición. La más sólida, la de un Derrick Rose por el que Timberwolves y Knicks estuvieron negociando seriamente y que, de haber cuajado, hubiera provocado que el español emigrase a la Gran Manzana.
Finalmente, el catalán seguirá con el timón de los Wolves, aun sabiendo que la confianza de la franquicia en su evolución es relativa. Muy probablemente, el culebrón se reactivará en la postemporada.
En lo que respecta al resto de la jornada, los 'trades' más destacados fueron los que enviaron a Philadelphia al pívot australiano Andrew Bogut (a cambio de Nerlens Noel) y, sobre todo, el que involucró, entre Bulls y Thunder, al ala-pívot Taj Gibson y a Doug McDermott, que cambiaron la 'Windy City' por la franquicia de Russell Westbrook.
Dos nombres que sonaron con fuerza para protagonizar traspasos de enjundia, Jimmy Butler y Paul George, no se movieron de sus franquicias. La NBA tendrá que esperar al medio plazo para un cambio de camisetas de verdadero caché. Y el baloncesto español se tendrá que conformar con la única novedad de un Serge Ibaka que ya puso, días atrás, rumbo a Toronto.
