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¿Cuáles son las 12 mentiras de Eufemiano Fuentes en el juicio de la 'Operación Puerto'?

El demoledor informe de la representante de la Abogacía del Estado deja en una delicada situación al médico canario, a pesar de su derecho constitucional a faltar a la verdad.

La representante de la Abogacía del Estado en el juicio oral de la 'Operación Puerto', Lucía Pedrero, ha desmontado las "doce mentiras de Eufemiano Fuentes" con un demoledor informe final trufado de abundante bibliografía, como las declaraciones oficiales realizadas en 2006 cuando estalló el caso, o los elocuentes 'pinchazos' telefónicos, dejando en una posición muy complicada a la defensa del médico canario.

En su detallado análisis de las "contradicciones y mentiras" de Eufemiano Fuentes, uno de los cinco imputados en este juicio que ha iniciado la recta final, la letrada expuso cada caso y la documentación oficial que efectivamente desmentía la versión ofrecida por el médico en su declaración.

Las "doce mentiras" de Eufemiano son:

1. Nunca se puso en peligro la salud de los deportistas porque solo se velaba por su salud.

2. Se hacían analíticas antes y después de las extracciones.

3. Las extracciones sólo se hacían cuando el hematocrito era elevado

4. Conservaban la sangre porque podía tener utilidad en caso de accidente.

5. Se daba información a los clientes sobre los riesgos.

6. A los ciclistas en competición no se les hacían transfusiones.

7. Isidro Nozal y Jesús Manzano no eran clientes de Eufemiano.

8. Los arcones frigoríficos tenían sistemas de seguridad.

9. No sabía que el glicerol era de exclusivo uso hospitalario.

10. Usaban jerga por temor a la prensa.

11. Merino conocía la identidad de todos los pacientes.

12. Las bolsas de sangre fueron dañadas por la Guardia Civil.

La mayoría de esas "mentiras" hacían referencia a las transfusiones sanguíneas practicadas por Fuentes, que defendió en su testimonio que nunca había puesto en peligro la salud de los deportistas.

"Hemos oído a los peritos decir que el incumplimiento de la normas ya entraña un riesgo y lo oído en las conservaciones telefónicas es escandaloso, sustituyendo sustancias y haciendo 'mil trampas' con las máquinas. Sí se ha puesto en peligro, si no cómo se explican los problemas de Jorg Jaksche, Jesús Manzano o Tyler Hamilton -testigos del juicio-. Si Hamilton no se murió fue de milagro, le pusieron sangre vaya a usted a saber de quién por un error", rememoró Pedrero.

La abogada señaló a Fuentes como autor de "técnicas dopantes prohibidas por la Unión Ciclista Internacional". "¿Qué razón médica había detrás de esas prácticas? Ninguna, solo se quería hacer trampa en el deporte", acusó tras señalar cómo Fuentes y Merino "obtenían ilícitamente" sustancias como el glicerol "acudiendo a subterfugios y engañando".

Respecto a Isidro Nozal y Jesús Manzano, que reconocieron haber sido clientes de Fuentes aunque el médico lo negó, recordó que en el caso del cántabro reconoció extracciones de sangre y se encontraron planes de preparación personalizados en los pisos de la trama, mientras que el ex ciclista del Kelme aportó una copia de su pasaporte sanitario con un apunte de Eufemiano el 29 de agosto de 2003, cuando el galeno ya no estaba ligado al equipo.

Pedrero, que recordó expresamente el "derecho constitucional a faltar a la verdad" del médico canario durante su declaración, también cito varias "contradicciones" como la deuda entre Fuentes y Manolo Saiz que motivó la reunión previa al estallido de la Operación Puerto el 23 de mayo de 2006.

"Saiz dijo que la deuda no era por Nozal y que se remontaba a 1991. En su declaración en 2006, Fuentes dijo que era de una sociedad en la que no sabía si Saiz tenía participación. En este juicio, adornó aún más la historia y dijo que había una demanda al respecto. ¿Por qué no se ha aportado como prueba? Porque no existe, ni la supuesta sociedad tampoco. La deuda tiene mucha importancia. Si dice que era de la ONCE, ¿por qué Saiz se hacía cargo personalmente?", se preguntó.

La abogada también se refirió a la maleta llena de medicamentos encontrada en el piso de Alonso Cano, cuya propiedad fue atribuida por Fuentes al fallecido Alberto León. "Siempre que tenemos en la causa a un fallecido se le acaba echando la culpa al pobre de todo lo mal hecho. En 2006 Eufemiano dijo que los medicamentos eran suyos y León los relacionaba con los médicos", resaltó.

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