Alberto Contador se presenta este miércoles (13:30 horas) a la contrarreloj de los Mundiales de Limburgo (Holanda) con ambición de medalla, pero consciente de que será "difícil" y aún sin saber exactamente en qué estado de forma se encuentra. El español afirma que "siempre" tiene que pensar en medalla, pero precisó que es "consciente de que hay grandes especialistas" y sabe "que es difícil, pero si no piensas en ese objetivo es imposible conseguirlo".
"Con ese objetivo vengo", indica Contador. "Se habla mucho de que no están Wiggins o Cancellara, pero sí están otros, como Tony Martin, Kersiakov, Phiney, Vangarderen o Chavanel. Hay muchos corredores, aunque por encima de todos destaco a Tony Martin por méritos propios. Yo estoy ahí, en un grupo para luchar por las medallas".
El madrileño, que hizo ayer el último entrenamiento antes de la prueba en compañía de Jonathan Castroviejo, se muestra optimista. "Me he sentido más suelto de piernas, porque tras los esfuerzos de la Vuelta a España me ha costado bastante recuperar, sobre todo muscularmente", comenta "Después de la Vuelta todo ha ido bastante bien, descansando al máximo, porque ha sido muy exigente y el cuerpo lo paga. Sin embargo, sí me he encontrado bastante bien, más cómodo. Llevaba bastante tiempo sin montar en la bici de contrarreloj, aunque esta semana monté dos veces, pero desde la crono de Pontevedra no la había cogido y el cuerpo se resiente de la posición", asegura.
Contador admite que su estado "es una incógnita" y que "hasta cuando fuerce, no sabré cuál es mi estado de forma. Básicamente desde la Vuelta sólo he descansado y ahora hay que ver cómo respondo. Para mí es una incógnita cómo voy a ir en una contrarreloj aislada, sin estar dentro de una vuelta por etapas", añade. El español se congratula de salir entre Martin y el estadounidense Taylor Phiney, porque tendrá todas las referencias menos la del germano. "Eso es importante, aunque en esta carrera será un poco diferente porque es muy exigente y puede que haya gente que se venga abajo al final. Será una crono de estar centrado en uno mismo", explica.
Por su parte, José Luis de Santos, seleccionador español, se muestra optimista. "A diferencia de las contrarrelojes de los últimos Mundiales, nos encontramos con un recorrido bastante más complicado, de cambios de ritmo, que le beneficia tanto a Alberto como a Jonathan y de los que confío que puedan estar lo más arriba posible". Aunque no quiere hacer pronósticos, sí que considera que Contador puede estar en el podio y ve a Castroviejo "confirmando la línea ascendente que lleva y con un mejor puesto que en los Juegos Olímpicos".
"Los dos están muy ilusionados, con bastantes ganas y llegan muy bien de la Vuelta. Ambos han tenido un ligero resfriado, pero está ya olvidados", añade el seleccionador nacional, quien apunta que serán clave "los tres repechos, que son muy diferentes. En el primero hay que quitar plato, y eso te corta el ritmo completamente. El segundo se sube sin problemas, mientras que el tercero es el Cauberg, en el que no te puedes cebar, ya que queda aún más de un kilómetro hasta la meta".