El gesto de Casillas de llamar a Xavi para calmar los ánimos les valió a ambos el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. "No, yo no salvé nada", asegura el guardameta y capitán del Real Madrid. "Llamé a Xavi porque era mi deber y mi responsabilidad como capitán de la selección, porque vi que era lo que tenía que hacer, porque nos estábamos equivocando tres pueblos".
Tal vez porque la entrevista se realiza en el contexto de la selección, sobre todo porque en el del Madrid es complicado que los futbolistas tengan liberdad para concederlas, Iker habla más como capitán de España que de su propio club. "Represento a un país y defiendo una idea. Hablamos para reconducir lo que estaba pasando porque la estábamos cagando. Yo no había visto desde que era niño la imagen de un Barça-Madrid como la que estábamos dando y yo estaba allí, era protagonista de un error imperdonable, parte y responsable de lo que estaba pasando. Y como no lo concebía y era protagonista, tomé una decisión".
Casillas está convencido de que aquello no le pasó factura y asegura que no influyó en su suplencia. "No juego por una decisión técnica, lo he dicho cien veces", explica. "Yo lo que sé es que mi conciencia está muy tranquila", prosigue. "Lo que tengo claro es que al Madrid, como equipo, no le pasó factura y yo siempre pienso en el equipo antes que en mí. Desde aquella llamada a Xavi ganamos una Copa, una Liga fantástica, una Supercopa, una Eurocopa con España..."
Preguntado sobre la derrota ante Suiza en Sudáfrica, una derrota que salpicó incluso a su novia, Sara Carbonero, periodista de Tele 5 presente en el Mundial, Iker dice que "eran tonterías, absurdeces para llenar periódicos, gilipolleces.(...) Con Sara espero un hijo y me ha dado tranquilidad, responsabilidad... No sé, de los 26 a los 31 cambias más que de los 20 a los 25. Y yo he crecido a su lado".
Además de su agradecimiento a Del Bosque porque "no eran momentos fáciles y me apoyó", Iker dice que la decisión de abandonar la selección "la tomaré yo tras el Mundial de Brasil, a no ser que caigamos a la primeral, fracasemos y nos matéis a todos, al míster, a mí..."
Por último, sobre el hecho de ser titular en el Mundial de Brasil, Iker exclama: "¡Pues anda que no queda nada para llegar a Brasil! Nadie sabe lo que va a pasar mañana, hay que vivir el momento, el de hace tres años fue maravilloso, espectacular, no solo en la selección, en el Real Madrid. No sé lo que va a pasar mañana, ojalá esta pregunta me la haga dentro de un año y el Madrid haya conseguido Liga, Copa y Champions. Y España, otro Mundial".