En un comunicado, la CSI expresó su respaldo a una eventual reprogramación del torneo para celebrarlo en el invierno de 2022, ya que "comparte las preocupaciones de la FIFA" sobre los riesgos que podrían suponer las altas temperaturas veraniegas de Qatar sobre la salud de jugadores y público. La organización del Mundial en invierno será tratada en la reunión del comité ejecutivo de la FIFA que se celebra los días 3 y 4 de octubre en Zúrich.
La CSI, no obstante, lamentó que la FIFA "no tenga en cuenta la situación considerablemente más grave que sufren los obreros que trabajan en la construcción de infraestructuras" para el torneo. Actualmente hay 1,2 millones de trabajadores inmigrantes "forzados a trabajar con temperaturas extremas y ausencia de toda protección de derechos laborales", circunstancias que causan la muerte de un obrero cada día de media, según afirmó la secretaria general de la organización sindical, Sharan Burrow.
El pasado mes de julio se registró un número récord de trabajadores fallecidos en estas condiciones, con la muerte de 32 obreros nepalíes, la mayoría de en torno a los veinte años de edad, según la CIS.
Qatar ha anunciado que necesitará entre 500.000 y un millón de obreros adicionales para la construcción de infraestructuras de cara al Mundial, lo que supone un aumento del 30 % con respecto a la cifra actual y conllevaría "una subida idéntica en el número de accidentes mortales", dijo Burrow.
La CSI añadió que las autoridades de Qatar "no han tomado la mínima medida concreta" para mejorar las condiciones de los trabajadores en el país y adecuarla al derecho internacional, y pidió al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que envíe "un claro mensaje al país" para revertir esta situación. "La FIFA no debería permitir que la Copa del Mundo se desarrolle sobre un sistema de esclavitud moderna", dijo la representante sindical.