La escandalosa diferencia entre el Red Bull de Vettel -no así el de su compañero Mark Webber- y los demás coches durante la última cita del Mundial de Fórmula 1, el GP de Singapur, sigue provocando suspicacias. La última proviene de Italia y tiene un apellido nada desconocido en el mundillo del automovilismo: Minardi.
Así, Giancarlo Minardi, fundador de la escudería que compitió en F1 de 1985 a 2005 y actual director general de la misma, escribe un artículo en la página oficial de Minardi donde insinúa claramente que el coche de Vettel bien pudo haber utilizado control de tracción, algo prohibido por el reglamento de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
"Una ventaja de 2,5 segundos por vuelta es realmente demasiado. Es como dar un salto generacional de tres años en el desarrollo del coche"
"¿Qué hay dentro del sombrero mágico de Newey y Vettel?", se titula el citado artículo. "Desde que salí de Singapur no he podido quitarme de la cabeza la ventaja de 2,5 segundos por vuelta que tenía Vettel sobre su compañero de equipo, Webber, y sobre los otros conductores", confiesa Minardi.
"No es mi intención devaluar los triunfos de Sebastian Vettel, que siempre se las arregla para pilotar su Red Bull de la mejor manera, ni quiero molestar a nadie. Sólo quiero contar lo que yo personalmente vi y oí durante los tres días de gran premio", avisa el italiano.
"El motor Renault de Vettel sonaba como ninguno de los otros motores franceses en pista. Era un sonido similar al que hacía un motor cuando funciona con el sistema de control de tracción (ilegal) usado hace algunas temporadas"
"Según mi experiencia, creo que una ventaja de 2,5 segundos por vuelta es realmente demasiado. Es como dar un salto generacional en el desarrollo del coche de tres años. Además, esa diferencia entre Vettel y Grosjean (Lotus) en la FP3 y entre Vettel y Rosberg (Mercedes) en la calificación (Q3) fue de sólo unas décimas. El piloto alemán podría haber jugado gato y el ratón el sábado, pero hay cosas que no están claras para mí", opina Minardi. Y enumera de forma prolija esas grandes dudas que le asaltan.
"Duda 1: Desde mi habitación elegí algunos puntos de referencia con el fin de evaluar y comparar la forma de conducir de los pilotos. Uno de ellos fue el bordillo que se encuentra en la curva que conduce al Republic Boulevard (parte comprendida entre los pits y la curva 5). Me impresionó la forma de pilotar de Vettel en ese tramo de la pista. Él fue capaz de hacerlo sin correcciones de volante, a diferencia de todos sus rivales (también su compañero de equipo). Su tiempo por vuelta también fue notable en el tercer sector, el de mayor concentración de curvas"
"Duda 2: En ese mismo tramo, Sebastian era capaz de acelerar 50 metros antes de que cualquier otro piloto, Webber incluido. Mientras que todos los demás aceleraban más o menos igual, Vettel era capaz de hacerlo antes que ellos. Lo que más me sorprendió fue el sonido de salida del motor del RB1. Además de la aceleración de 50 metros antes de que cualquier otro conductor, el motor Renault del coche del alemán sonaba como ninguno de los otros motores franceses en pista. Era un sonido similar al que hacía un motor cuando funciona con el sistema de control de tracción usado hace algunas temporadas. Y además, sólo se oía precisamente cuando Vettel destacaba respecto a los demás. Por ejemplo, después de que se fuese el coche de seguridad. Vettel hizo un gran reinicio de carrera y acumuló muchas vueltas excelentes hasta sacarle 32 segundos de ventaja a Alonso. Luego se estabilizó, tomando precauciones por su hubiera tenido que forzar de nuevo. En esos momentos el motor Renault de Vettel era más poderoso que cualquier otro motor (los demás Renault y otras marcas)".
En relación a ese poderío de los motores Renault, pero sólo los Renault que monta Red Bull, algunos rumores del paddock también hablan desde hace tiempo del uso de una gasolina especial. Sea especial o no, pasa los análisis reglamentarios que realiza la FIA en todos los grandes premios, así que por ahí tampoco se ha podido demostrar nada respecto a la descomunal supremacía de la escuderia austríaca y su piloto estrella, que circula a toda velocidad hacia su cuarto título mundial consecutivo.
