Son dos equipos de autor, aunque uno tiene una firma reconocible y el otro de momento sólo es un garabato. A diferencia del Atlético de Simeone, que juega a lo que sabe, el Madrid de Ancelotti no sabe a lo que juega. Mientras el Atlético es un impulso colectivo, en el que todos juegan a todo y para todos, el Madrid es la suma de impulsos individuales, lo cual le alcanza para vencer, pero no para convencer. No es casualidad que los rojiblancos sumen 7 victorias en 7 partidos, su mejor arranque liguero de la historia.
En defensa de Ancelotti puede alegarse que aún lleva poco tiempo en el banquillo del Bernabéu. Sin embargo, con la plantilla de la que dispone no es de recibo perder el derbi contra el Atllético (0-1) como lo perdió y estar a 5 puntos de distancia del Barcelona y de ese tercer equipo en discordia que se ha empeñado en ser el rojiblanco, son demasiados cuando sólo van 7 jornadas de Liga.
Sin Bale y Modric en el once titular, con Illarra y Khedira a los mandos, el Madrid afrontó el derbi con el cartel de favorito casi por inercia. Bastó que el balón echara a rodar para confirmar que ese favoritismo tenía más que ver con la historia, la estadística, la condición de local o lo que se quiera, que con el fútbol que hoy por hoy exhiben los dos equipos madrileños.
En el minuto 11, Filipe Luis robó un balón a Di María, se lo pasó a Koke, quien a su vez asistió con maestría a Diego Costa. El díscolo delantero se plantó solo ante Diego López y le batió en el mano a mano. Octavo gol de Costa y ojo a este dato: 11 de los últimos 17 que lleva en La Liga fueron a pase de Koke, quien con Koke 6 asistencias supera a Cesc (5) como mejor asistente del campeonato.
"¡Diego Costa no es español!", gritaron los ultras del Real Madrid, en referencia a la posibilidad de que el brasileño, con nacionalidad española, pueda ser llamado por Vicente del Bosque. "Las manos de la prensa fuera del Madrid" y "periodista, terrorista" fueron otros de los cánticos que se escucharon en el Bernabéu.
El Madrid buscaba el empate a base de pelotazos, pero fue el Atlético el que por dos veces tuvo el 0-2. Primero en los pies de Arda y después nuevamente con Diego Costa como protagonista. Así, con 0-1, se llegó al descanso. A Simeone le bastaba con decir a sus jugadores que siguieran igual. Ancelotti, en cambio, tenía demasiado trabajo. Lo resolvió dando entrada a Modric y Bale, quien por fin debutó en el Bernabéu. En el vestuario se quedaron Illarramendi y Di María.
El Madrid poco o nada mejoró, mientras que el Atlético fue más de lo mismo. A los 15 minutos de la segunda parte, Diego Costa tuvo otro uno contra uno con su tocayo López, pero esta vez el portero salió vencedor al sacar el balón con el pie. Ancelotti enfadó al Bernabéu cuando decidió sustituir a Isco. En su lugar entró Morata, lo cual llevó a Benzema a preguntarse de qué iba a jugar. El canterano del Madrid, el único madrileño que jugó el derbi vestido de blanco, a punto estuvo de marcar el 1-1, aunque Courtois lo evitó con una de sus antológicas paradas.
Antes de la ocasión de Morata, Koke estrelló el balón en el larguero, después de que Diego López evitara el gol como buenamente pudo. Por cierto, de los doce partidos de Liga que Diego López ha disputado en el Bernabéu como portero del Real Madrid, sólo en uno (ante el Rayo) mantuvo su portería a cero. Un dato que contrasta con una publicidad del BBVA en la que, con una cara de Iker, se podía leer durante el partido: "Casillas, hace fácil lo difícil".
Ficha técnica:
Real Madrid: Diego López; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Illarramendi (Modric, m.46); Di María (Bale, m.46), Isco (Morata, m.73), Cristiano Ronaldo; y Benzema.
Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Arda (Cristian Rodríguez, m.89), Tiago, Gabi, Koke; Diego Costa (Baptistao, m.85) y Villa (Raúl García, m.87).
Goles: 0-1, m.11: Diego Costa.
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Coentrao (40), Ramos (67), Arbeloa (77) y Pepe (80) por el Real Madrid; y a Arda (38), Koke (43), Diego Costa (48), Filipe (61) por el Atlético.
Incidencias: encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Liha BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 79.845 espectadores.
