Javier González Calvo, abogado extremeño y aspirante a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), presentó este jueves un recurso ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) para que se declare nulo el proceso electoral en curso en la federación. El letrado cuestiona la legitimidad de la convocatoria de elecciones a la Asamblea General, Comisión Delegada y Presidencia de la RFEF, programadas para finales de este año.
Según ha comunicado el equipo de prensa de González Calvo, el abogado basa su recurso en que el acto de convocatoria es "contrario" al artículo 47 de la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (LPACAP). Argumenta que las elecciones fueron aprobadas por una persona que carece de la competencia necesaria para hacerlo, en referencia a la vicepresidenta adjunta de la RFEF, María Ángeles García. González Calvo señala que García no tiene "plenas facultades" para convocar este proceso, citando el artículo 31.7 de los Estatutos de la RFEF, el cual se menciona como base de legitimación en la propia convocatoria.
La RFEF, que se encuentra sin presidente desde la dimisión de Luis Rubiales en septiembre de 2023 tras el escándalo por el beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso durante la final del Mundial femenino, había anunciado el pasado viernes que las elecciones a la presidencia se celebrarían el 16 de diciembre. Esta decisión llegó después de que el TAD anulara una primera convocatoria electoral, que estaba prevista para el 7 de octubre. La federación explicó que, con esta nueva fecha, busca cumplir con las normativas y culminar el proceso electoral antes de 2025.
Además de las elecciones presidenciales, la RFEF ha previsto que el lunes 25 de noviembre se elijan los nuevos miembros de la Asamblea General. De este modo, el organismo pretende poner fin a un período de incertidumbre y asegurar la estabilidad antes del Congreso de la FIFA, programado para el 11 de diciembre, en el que se decidirá oficialmente que España será la sede del Mundial 2030.
Una elecciones en medio del caos institucional
La situación en la RFEF ha estado marcada por la inestabilidad desde la dimisión de Rubiales, quien fue inhabilitado por la FIFA tras el incidente en la final del Mundial femenino. Desde entonces, Pedro Rocha ha ejercido de manera interina como presidente de la Comisión Gestora, aunque en abril fue elegido como nuevo presidente. Sin embargo, en julio fue inhabilitado por el TAD, una decisión que fue ratificada en septiembre tras la denegación de su solicitud de medidas cautelares.
El proceso electoral ha estado plagado de controversias y recursos. A mediados de septiembre, el TAD ya había anulado una primera convocatoria de elecciones, prevista para el 7 de octubre, tras estimar el recurso interpuesto por Miguel Ángel Galán, presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol (CENAFE). Este nuevo recurso de Javier González Calvo pone nuevamente en duda el desenlace del proceso, ya que el abogado señala que las garantías reglamentarias no se están respetando y que el proceso está "viciado" desde su inicio.
González Calvo ya había manifestado su desacuerdo con el desarrollo del proceso electoral. En abril anunció que no presentaría su candidatura a la presidencia de la RFEF, a pesar de haberlo considerado firmemente. En aquel momento, calificó el proceso de "ilegal y viciado", argumentando que no se habían sustituido a los miembros de la Asamblea General que ya habían dejado de pertenecer al organismo, lo que, según él, comprometía la transparencia y la legalidad del proceso.
A medida que se acerca la fecha clave del 16 de diciembre, aún está por verse cómo responderán el TAD y la Federación ante este nuevo recurso, que podría retrasar nuevamente el proceso electoral. La RFEF, en su intento por asegurar una presidencia estable antes de que finalice el año, se enfrenta a la presión no solo de sus propios estatutos y normativas, sino también de organismos internacionales como la FIFA, que esperan que la federación española ofrezca garantías de estabilidad antes de la celebración del Mundial de 2030, junto a Portugal y Marruecos.