Habemus fecha. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha anunciado oficialmente la convocatoria de elecciones a la Presidencia para el próximo 16 de diciembre de 2024, una fecha clave para la renovación de su directiva, que estará al mando del fútbol español durante el ciclo olímpico entre 2024 y 2028. Este proceso electoral, cuyo inicio fue confirmado este viernes por la vicepresidenta adjunta de la RFEF, María Ángeles García Chaves, durante una Junta Directiva celebrada en la Ciudad del Fútbol, responde a la necesidad de estabilizar la institución.
Antes de la elección presidencial, la RFEF celebrará el 25 de noviembre las elecciones a la Asamblea General, paso esencial para completar la estructura interna de la federación. La renovación de la Asamblea es un requisito previo para que se pueda proceder a la votación de un nuevo presidente y de la Comisión Delegada. Con estas fechas ya fijadas en el calendario, se prevé que el proceso electoral concluya antes de que termine el año 2024, resolviendo así una etapa de interinidad que ha causado tensión dentro del organismo.
El anuncio de este proceso electoral no llega en un momento cualquiera para la RFEF. La federación ha estado inmersa en una situación complicada desde la inhabilitación de Pedro Rocha, quien asumió temporalmente la presidencia tras la destitución de Luis Rubiales. La falta de un liderazgo claro y los conflictos derivados de impugnaciones han mantenido a la institución en un estado de inestabilidad. Uno de los eventos más recientes que alteraron el proceso fue la anulación de las elecciones a la Asamblea que estaban previstas para octubre de 2024, tras la impugnación presentada por el presidente de CENAFE, Miguel Galán.
Esta situación de incertidumbre no solo ha afectado a la propia RFEF, sino que ha generado preocupación en organismos internacionales como la FIFA y la UEFA, quienes han expresado su inquietud respecto a la dirección de la federación española. De hecho, la FIFA ha presionado a la RFEF para que resuelva cuanto antes su vacío de poder, ya que la falta de un liderazgo estable podría poner en riesgo la designación de España como una de las sedes del Mundial 2030.
Pedro Rocha, expresidente de la RFEF | EFE
Para abordar esta situación, la RFEF ha tenido que realizar ajustes importantes. A pesar de los desafíos legales y organizativos que han marcado este proceso, la federación se ha comprometido a cumplir con el reglamento electoral vigente y a acatar las normativas establecidas por la Orden Ministerial que regula las elecciones en las federaciones deportivas nacionales, así como todas las internacionales.
María Ángeles García, una sustituta temporal
Desde la inhabilitación de Pedro Rocha, la vicepresidenta adjunta, María Ángeles García Chaves, ha asumido temporalmente la dirección de la RFEF. Su papel ha sido fundamental para iniciar el proceso electoral y asegurar que se lleve a cabo sin más contratiempos. Mientras tanto, la comunidad futbolística española se encuentra a la espera de que se anuncien los candidatos que competirán por la presidencia.
Uno de los aspectos más interesantes de este proceso será ver si Pedro Rocha decide presentarse nuevamente a las elecciones, ya que podría solicitar una medida cautelar que le permita postularse a pesar de su inhabilitación. Además, se espera que otros actores relevantes dentro del fútbol español den un paso adelante y presenten sus candidaturas en las próximas semanas.
Además de la posible organización del Mundial 2030, el nuevo presidente que resulte electo en las votaciones del 16 de diciembre deberá lidiar con temas como la renovación del contrato del actual seleccionador masculino, Luis de la Fuente, así como otros asuntos clave para el desarrollo del fútbol español. No obstante, una de las prioridades inmediatas será recuperar la estabilidad institucional y superar la imagen de incertidumbre que ha caracterizado a la federación en los últimos meses.
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