Ariadna Chueca, la primera mujer española en arbitrar en la NBA

Ariadna Chueca Moreno (Santa Cruz de Tenerife, 1991) nos atiende desde Las Vegas. Allí, al otro lado del Atlántico, esta árbitro internacional se ha convertido en la primera mujer española en arbitrar un partido en la NBA. Lo ha hecho en la competición veraniega por excelencia que la liga de baloncesto por excelencia organiza cada mes de julio: Las Vegas Summer League. Allí, Ariadna ha arbitrado tres encuentros, tras llegar desde Turquía, donde dirigió la final del Mundial U17 masculino y antes de viajar a París, donde será árbitro oficial de los Juegos Olímpicos.

"Esto es una locura", nos comenta Ariadna desde Estados Unidos. Ella, que se marchó hace unos años a Finlandia, donde jugó un curso como profesional y luego se pasó íntegramente al arbitraje de clubes allí, es árbitro FIBA desde 2019 y directora técnica arbitral de la Federación Canaria de Baloncesto. Su experiencia en Las Vegas no es más que otra línea espectacular en un currículum que cada día apunta más alto. Sin ir más lejos, y después de los Juegos Olímpicos de París, Ariadna pitará en la Primera Federación (antigua LEB Oro, segunda categoría masculina) y en Liga Femenina. Ambos escenarios ya los ha trabajado, pues se asentó en España para el curso 2022/23, en un ascenso ciertamente meteórico (y sólo pausado por su baja por maternidad en la campaña 209/20) desde su arranque en Finlandia, para seguir construyendo su carrera en el arbitraje dentro del mundo del baloncesto.

¿Cómo surge la opción de ir a Las Vegas?
Cada año FIBA tiene la posibilidad de enviar a algunos árbitros en activo para participar en la Liga de Verano de la NBA en Las Vegas. Y en esta ocasión fui una de los cinco seleccionados por FIBA.

¿Cómo es el arbitraje allí frente al tradicional FIBA?
Hay ciertos matices que cambian, desde el punto de vista de las reglas, la manera de señalizar, la mecánica de arbitrar, las rotaciones y demás pequeños detalles a los que hay que adaptarse. No obstante, hay muchas similitudes en cosas que sí trabajamos en FIBA como lo hacen en la NBA.

¿Te ha costado adaptarte a otro tipo de arbitraje y de juego?
Lo más que me costó en el primer partido fueron las señalizaciones y las rotaciones tras falta, ya que tengo asimilado de manera natural la técnica y mecánica FIBA. Cada partido fui mejorando hasta el punto de que en muchas ocasiones me salía de forma automática.
En cuanto al juego, todo es más dinámico y atlético, los jugadores son más explosivos y técnicamente el nivel medio es bastante alto. A su vez, el nivel de contacto es más alto y los jugadores lo asimilan como parte del juego, lo que favorece al ritmo del partido.

En Las Vegas se mezcla mucho novato que empieza su andadura con los contratos garantizados, buscavidas ante su última oportunidad, novatos que se quieren abrir hueco, jugadores que van allí a rodarse… ¿Cómo estás viviendo todo eso?
La parte positiva de eso es que los jugadores van al cien por cien siempre cuando están en cancha. A su vez, prácticamente con cada cambio de jugador es como si comenzara un nuevo micropartido, puesto que cada jugador está intentando buscarse su contrato. Tienden a intentar anotar de forma individual y cada uno tiene sus peculiaridades en la cancha en cuanto a la manera de generar tiros.

¿Qué partidos has arbitrado?
El primer día tuve un Detroit Pistons contra Philadelphia 76ers, el segundo día fue Houston Rockets y Washington Wizards y el último partido fue un New Orleans Pelicans contra San Antonio Spurs.

Más allá de Bronny James, que por ser quien es ya llama la atención, ¿qué otros jugadores te han sorprendido?
El equipo de Houston tenía a varios jugadores con mucho potencial, en particular me llamó la atención el número tres del Draft Reed Sheppard, por su gran capacidad para controlar el tempo del partido. Y luego en general me resultó diferente la cantidad de jugadas que suceden por encima del aro en cada partido, tanto mates, como tapones, como alley-oops, y jugadores con esa capacidad había varios por partido.