El Real Madrid tiene un problema serio en la renovación de Sergio Ramos. Las negociaciones están paradas porque jugador y club están muy distanciados en las condiciones del acuerdo. El jugador tiene claro que este es el último gran contrato de su carrera futbolística, lo firmará con 31 años, por lo que el de Camas exige una cantidad que Florentino no está dispuesto a pagar. Una cantidad acorde a su protagonismo en el equipo, el de capitán, sólo por detrás de Cristiano y a la altura de Bale.
El tira y afolja viene de lejos, incluso de antes de Navidad, cuando Ramos envió un mensaje al presidente: "Los que marcan goles, ganan pasta". Posteriormente el central reculó y templó los ánimos ante la inmimente reunión que se debía celebrar y en la que Florentino se mostró muy crítico con la postura de los Ramos y especialmente inflexible en la negocación ofreciendo una cantidad muy lejana a las exigencias del sevilano. Tan lejanas que se levantaron de la mesa y han roto las negociaciones, que a día de hoy están paradas. Florentino ha hecho una oferta que no satisface a los Ramos y no quiere moverse de ahí, pero el jugador tampoco está dispuesto a ser ninguneado por un presidente que paga fichas altísimas a jugadores que no se lo han ganado en el campo como él.
Sin embargo, ahora se ha producido una novedad, ya que el agente del jugador, René Ramos, conoce el interés de varios clubes por hacerse con los servicios del central. Uno de esos contactos se produjo la semana pasada, aprovechando la concentración de la selección española, con motivo del partido de clasificación ante Ucrania y el amistoso ante Holanda. En esa semana el hermano de Ramos recibió la llamada de un intermediario que sondeó la predisponibilidad de Sergio a marcharse a jugar a la Bundesliga, más concretamente al Bayern de Múnich. El equipo de Pep Guardiola busca un central de garantías para reforzar su zaga y Sergio Ramos es un jugador que gusta tanto a la secretaría técnica muniquesa como a Pep Guardiola.
Ramos podría coincidir allí con internacionales españoles como Xabi Alonso, con el que no mantenía una relación especialmente cercana durante su estancia como en el Real Madrid. O con Javi Martínez o el exvalencianista Bernat. El club alemán ha informado en los últimos días que sus saneadas arcas disponen de tesorería suficiente como para afrontar un fichaje por un valor cercano a los 100 millones. Y aunque no es el caso de Ramos, ya que la idea no es pagar el traspaso del sevillano, el jugador ya sabe que los muniqueses sí podrían hacer frente a sus demandas de salario. Ramos concluye contrato en 2017, entonces tendrá 31 años, en plena madurez y con un físico privilegiado que le ha llevado a convertirse en uno de los mejores centrales del mundo.
Ramos quiere equipararse con los jugadores que están a su nivel en su demarcación, como Thiago Silva (12 millones de euros anuales), David Luiz (11) o Lahm (10). El sevillano quiere cobrar 11 millones, como Bale, pero el club le sube de los actuales 5,5 a 8, lo que le sigue manteniendo por debajo de jugadores como Cristiano, Bale, Benzema o James, y a la altura de otros como Kroos. La aparición del Bayern fortalece su posición de fuerza en la mesa de negociación ante Florentino Pérez. Ahora veremos quién mueve ficha.