Sergio Ramos compareció en rueda de prensa, donde comenzó analizando el cambio de árbitro por deseo del San Lorenzo: "En el vestuario nos es indiferente. Las declaraciones del presidente de San Lorenzo están presentes. Ni nos beneficia ni nos perjudica en todo momento. Si ellos están más tranquilos con el árbitro, pues les felicitamos. No voy a crear polémica ni dar titulares. Mañana se verá quién se lleva el título y quién juega mejor al fútbol. Esa es la mejor manera de dejar de lado las declaraciones de cualquier jugador o presidente".
El de Camas, que ha sido duda al arrastra problemas físicos, afirma que "las sensaciones estos días han sido progresivas buenas. Es una final que no he podido jugarla nunca y es un plus de motivación. Si hay riesgo de algo serio, te lo planteas. Vamos a ver qué sensaciones tengo en el entrenamiento".
Sobre la circunstancia del apoyo del Papa Francisco a san Lorenzo, Ramos advirtió que "soy cristiano, pero en el fútbol no suele servir de mucho. Estamos muy agradecidos al recibimiento en Marrakech. El otro día en las semis notamos ese cariño y parecía que jugábamos en casa. Eso resume la grandeza de este equipo. El Madrid es el equipo de Dios y el equipo del mundo. En Argentina todos los argentinos viven el fútbol con mucha pasión. Cada uno defenderá y apoyará a su equipo. Vamos a intentar darle una alegría a todos los madridistas, aunque el Papa sea de San Lorenzo".
Finalmente habló de la posibilidad de ganar el cuarto trofeo de 2014: "Ojalá sea así. Las épocas las marcan las estadísticas y los títulos. Estamos viviendo un momento espléndido y único. Me siento un privilegiado al mando de Carlo Ancelotti. Estamos todos muy contentos con él.