Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la amiga entrañable del rey Juan Carlos I, le ha puesto en un aprieto y parece dispuesta a seguir contando más detalles de los supuestos negocios opacos del emérito, una actitud muy diferente a la discreción con la que llevó su relación con el monarca durante ocho años, bien para salvarse ella de la justicia o por venganza como mujer despechada.
Según publicó Pilar Eyre, el monarca le prometió que se divorciaría de la reina Sofía, algo que no hizo nunca, aunque en una ocasión el emérito sí tanteó a sus tres hijos la posibilidad de divorciarse, poniendo de ejemplo al príncipe Carlos de Inglaterra y Lady Di.
Poco a poco el cerco se va estrechando en torno al rey Juan Carlos I que tiene abierta una investigación en Suiza por la presunta fortuna que tendría en paraísos fiscales y comisiones ilegales. A ello hay que sumarle las grabaciones del excomisarío José Manuel Villarejo en las que se escuchaba a Corinna Larsen hablar del rey Juan Carlos, de sus negocios, de cómo ella habría ejercido de testaferro y de cómo el monarca gestionó contratos a favor del instituto Nòos dirigido por Iñaki Urdangarin.
Entre las últimas informaciones que han puesto en un aprieto al monarca están también los 65 millones de euros que asegura que recibió del rey emérito en 2012 "por gratitud y amor", según ha declarado ante la justicia de Suiza.
El pasado de Corinna
¿Quién es realmente Corinna Larsen? ¿ A qué se dedica? ¿Qué edad tiene y cuántos hijos? Estas son algunas de las dudas que asaltan a muchos en estos días en los que no paran de publicarse noticias del padre del rey Felipe VI, que le están dejando en una posición difícil de defender.
La empresaria alemana nació en Frankfurt el 28 de enero de 1964, por lo que tiene ahora 56 años de edad. Es una mujer ambiciosa a la que le gusta el poder. Es guapa, seductora, discreta, fría, elegante e inteligente, una combinación que puede resultar explosiva si las cosas se tuercen y comienzan a ir en contra de sus deseos y metas, como le lleva ocurriendo desde hace unos años con el monarca.
A Corinna comenzó a gustarle España desde que tuvo su primer contacto con el país cuando veraneaba con sus padres en Marbella. Fue aquí cuando comenzó a codearse con personas ricas y poderosas, un ambiente que le gustó tanto, que terminaría convirtiéndose en su habitual entorno y círculo de amigos.
Los padres de Corinna Larsen
El padre de Larsen es un húngaro-danés, Finn Bönning Larsen, que trabajó como director para Europa de la compañía aérea brasileña Varig en Frankfort . Murió en el año 2009 y era un hombre muy respetado en la ciudad y en los negocios, hasta el punto de recibir la orden de Caballero del Reino de Dinamarca y la ciudadanía honoraria de Brasil.
Su madre es una alemana llamada Ingrid Sauerland Larsen. El matimonio tuvo otro hijo, Sven Erik. Además de este, Corinna tiene otros dos hermanos mayores en Dinamarca, Anne y Søren, fruto de un matrimonio anterior de su padre con Helén Gersløv.
Se casó dos veces
Larsen estudió Relaciones Internacionales en Ginebra. Cuando acabó, se trasladó con 21 años a vivir y a trabajar en París. Allí conoció a su primer marido Philip Adkins, un empresario inglés, que le permitió acceder a los círculos más elitistas de la alta sociedad de Londres. Se casó con él a los 25 años y se trasladaron a Londres, donde nació su primera hija, Anastasia Adkins, nacida en 1992.
Su segundo marido, el aristócrata alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, le proporcionó el tratamiento de S.A.S (Su Alteza Serenísima) y el título nobiliario de princesa que ha estado utilizando hasta 2019, -a pesar de haberse separado en 2005-, cuando su exmarido se casó con la modelo norteamericana Alana Bunte.
La boda civil de Corinna y Casimir se celebró en Chelsea, Londres, en el año 2000 y se divorció de él en 2005. Con el príncipe tuvo otro hijo, Alexander Kyril, nacido en 2002.
Entre medias de estos dos matrimonios se le adjudicó una relación sentimental con Gert-Rudolf Flick, un millonario con residencia en Suiza, nieto de de Friedrich Flick, fundador de uno de los grandes consorcios industriales de la República Federal (que incluye Mercedes-Benz) y que cuenta con tres matrimonios en su haber. Larsen propició la ruptura de Gert con la princesa Johanna von Sayzn Wittgenstein, familia directa de su próximo marido, que tuvo conocimiento de esta infidelidad.
¿Cómo se conocieron Corinna y el Rey?
El rey Juan Carlos y la princesa Corinna se conocieron en 2004 en la finca La Garganta, en Ciudad Real, situada en el territorio del Parque Natural del Valle de Alcudia, según relata Ana Romero en su libro 'Final de partida'. Es uno de los cotos de caza privados más grandes de Europa y más importantes de España, cuyo propietario es un noble heredero Hugh Grosvenor (Lord Grosvenor), VII duque de Westminster. Anteriormente perteneció a un primo del Rey, el duque de Baviera, hasta que lo vendió en 2001 por más de cien millones de euros; y antes de este, fue de la compañía minera Río Tinto.
Es la finca más grande de nuestro país, con una extensión de 15 mil hectáreas, una extensión superior a la de la ciudad de Barcelona. Cuenta con un cuerpo de unos 20 guardas, un helipuerto, tres pabellones palaciegos, una iglesia, una escuela y hasta un hospital. A ella han ido a cazar empresarios importantes, jeques árabes o miembros de la aristocracia europea, por ejemplo, aquí se ha visto cazando a los nietos de la reina de Inglaterra, Isabel II. También han estado por aquí políticos como Esperanza Aguirre, Francisco Álvarez Cascos o Federico Trillo.
Nada más verla, el Rey ya se fijó en ella y viceversa. Tras la cena que se ofreció a los asistentes, comenzaron a hablar de negocios. El monarca le propuso que se encargara de la luna de miel de los entonces príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, como así hizo; y también le pidió que colocara a su yerno preferido, Iñaki Urdangarin, en la Fundación Laureus, como publicó 'El País'.
Después, Corinna comenzaría a acompañar el entonces Jefe de Estado a viajes privados y también oficiales.
El hijo de Corinna y el rey Juan Carlos
El hijo de Corinna y el rey Juan Carlos mantuvieron una estrecha relación ya que cuando Corinna estuvo en España, como él era menor, pasaba bastante tiempo con su madre. Incluso aún cuando se acabó la relación, el monarca seguía manteniendo el contacto con él y le regalaba todas las Navidades un reloj de alta gama.
Cuando Larsen se muda a vivir a Madrid, vivió con su hijo durante cuatro años en la antigua casa del guardia forestal situada en la finca La Angorrilla, una vivienda propiedad de Patrimonio Nacional enclavada en El Pardo, con acceso directo desde La Zarzuela y con acceso restringido. Esta casa la había utilizado Juan Carlos de Borbón en los últimos 30 años, sobre todo en los meses de verano.
Antes de que se trasladaran a vivir aquí, se reformó la casa y se puso al gusto de la princesa. Un coste que podría haber supuesto más de 500.000 euros, según publicó 'El Confidencial', que la Casa del Rey pagó con fondos públicos.
Se construyó una piscina de verano, que después se ampliaría para hacer otra climatizada. Además se tomaron medidas de seguridad, como construir un muro alto para evitar miradas indiscretas y preservar su intimidad. También tenía seguridad privada, a miembros del servicio de inteligencia español (CNI) y de la Guardia Real que velaban por su seguridad.
Alexander y ella fueron los destinatarios de los famosos 65 millones de euros, procedentes de un regalo que el emérito había recibido cuatro años antes del rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz.
Botsuana: el fin de su historia y del reinado de Juan Carlos
Fue en el año 2012, cuando acabó la relación entre Corinna y el emérito después de que estallara todo lo que ocurrió en Botsuana: el monarca se había ido de safari a cazar elefantes con ella, su hijo y su exmarido Adkins, y se rompió la cadera con una caída que le llevó a tener que pasar por el quirófano para ser operado.
Fue entonces cuando se descubrió todo el pastel y escuchamos hablar por primera vez de la amiga entrañable del monarca. Tras la 'pillada', al entonces Rey no le quedó otra que pedir disculpas antes toda España: "Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir". Este incidente supondría un antes y un después para el emérito y para la monarquía que se vio seriamente perjudicada por ello. Además llevó a la abdicación de Juan Carlos I. Para la historia de Corinna y del monarca, sería el fin de su estrecha amistad tras ocho años de relación.
El primer marido de Corinna, Philip Adkins, estaba presente en Botsuana debido a la buena relación que mantiene él con Corinna y el monarca. En una entrevista concedida a la revista 'Vanity Fair', la defendía así: "Ella no es una escaladora social, eso es ridículo y la gente que diga eso, son las peores personas del mundo. Corinna es una mujer guapísima, siempre va bien vestida, tiene los mejores modales, la mejor educación. Ha tenido y tiene una vida súper interesante y es muy divertida. Es el tipo de mujer que cualquier hombre, incluyendo Ernest Hemingway, perseguiría. No es ninguna escaladora social".
Los negocios de Corinna
Trabajó como responsable de la agencia Boss Sporting, -filial de la armería británica Boss & Co-, donde organizaba safaris de lujo para clientes de alto perfil entre los que se incluía el Rey de España, como el que le organizó a Botsuana en abril de 2012.
Después, tras conocer al Rey, fundó en 2005 Apollonia Associates Limited, que se dedicaba a proporcionar asesoramiento estratégico entre personas, empresas, instituciones y gobiernos. Ese mismo año comenzó a trabajar para la prestigiosa Fundación Laureus como directora estratégica de su junta consultiva.
Corinna colabora con varias organizaciones de defensa de la infancia y está al frente de la fundación Auténticos (Authentics Foundation), una ONG que fundó ella misma junto con Frederick Mostert, Timothy Trainer y Chen Xuemin, y cuyo objetivo es sensibilizar contra las redes de blanqueo de dinero, los cárteles de la droga y paramilitares y el trabajo infantil. Su trabajo en la fundación ha hecho habitual la presencia de Corinna en las capitales europeas y en EEUU, y le ha proporcionado contactos al más alto nivel.
La impresionante agenda de Larsen vale oro por la cantidad de contactos importantes que tiene y que le han permitido entrar y permanecer en los círculos más selectos y hacer buenos negocios gracias a ellos. Entre sus contactos y amigos están aristócratas y empresarios millonarios de París, Londres, Alemania, Suiza y Montecarlo.
Tiene una estrecha relación con la familia real de Mónaco. En 1984, fue el padre de Corinna quien se acercó a Rainiero y logró que le presentara al príncipe Alberto de Mónaco en el tradicional Baile de la Rosa. Desde entonces, los dos han mantenido su amistad. Fue una de las invitadas a su boda con Charlene en 2011. Llegó a ser asesora de esta última, acompañándola a viajes de Estado y otros eventos.
Una mágnífica casa en Londres y otra en Somosaguas
En 2009 compró un apartamento de 240 metros cuadrados en uno de los mejores barrios de Londres que tardó dos años en reformar y que mostró orgullosa a la revista 'Point de Vue'.
En 2015 se publicó que Corinna regresó a España. En 2013 se compró una casa de 500 metros cuadrados, construida en un terreno de 2.900 metros cuadrados, situada en Somosaguas, una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid, a tan solo 10 kilómetros de Zarzuela. Sin embargo, no está a su nombre sino al de una sociedad.
La casa cuenta con todo tipo de comodidades como piscina, gimnasio y seguridad privada. Por aquel entonces estaba ultimando los detalles de la casa con la intención de regresar a Madrid hasta que ocurrieron los últimos acontecimientos.
Campaña de acoso y desprestigio
Desde marzo de 2020, Corinna comenzó a denunciar amenazas por parte de los servicios de inteligencia españoles (CNI) y de la Casa Real. Es más, llegó a decir a través de su portavoz que iba a denunciar el rey emérito en los tribunales de Londres por amenazas y el acoso que dice sufrir desde 2012, tras el viaje juntos a Botsuana, para que no revele secretos de Estado que, según ella, le acusan de tener en su poder.
También señaló que denunciaría al que entonces era director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), general Félix Sanz Roldán, al que acusó de estar detrás de la "campaña" en su contra y de amenazarla personalmente en Reino Unido.
“Estaba en peligro constante”, llegó a señalar según publicó el 'Daily Mail'. “Al principio, pensé que estos hombres me iban a tirar por el balcón. El hecho de que los mercenarios puedan ocupar un apartamento en Mónaco durante más de un mes y luego los agentes españoles pueden robar documentos con total impunidad, plantea preguntas muy serias sobre el principado”.