Cuando llega la temporada invernal, son muchos los que buscan destinos de nieve. Ya sea para practicar esquí, snowboard, realizar rutas en raquetas de nieve, paseos en trineos tirados por perros o, simplemente, para disfrutar de los paisajes, sus pintorescos pueblos nevados y parajes naturales, te traemos un listado de alternativas que van desde los majestuosos Pirineos hasta las sierras del sur.
Valle de Arán, Cataluña
Ubicada en el corazón de los Pirineos, Baqueira Beret es una de las estaciones de esquí más prestigiosas de España y del Valle de Arán. Sus más de 160 kilómetros de pistas esquiables ofrece opciones para esquiadores de todos los niveles, y también un conjunto de paisajes naturales y encantadores pueblos que todavía conservan su arquitectura tradicional en piedra y pizarra, motivos suficientes para viajar hasta allí. Además de su gastronomía, única en productos, elaboraciones y recetarios.
Granada, Andalucía
Sierra Nevada es considerada la estación de esquí más meridional de Europa. Con más de 100 kilómetros de pistas, es posible esquiar mientras se disfruta de vistas al mar Mediterráneo en días despejados, un auténtico lujo difícil de superar. Además, su proximidad a la ciudad de Granada permite combinar deportes de invierno con visitas culturales a la Alhambra y al barrio del Albaicín, y disfrutar de la cocina tradicional en algunos de sus restaurantes.
Foto: Alessio Soggetti © Unsplash
Huesca, Aragón
En el Pirineo aragonés se encuentra, con más de 180 kilómetros de pistas y convirtiéndola en una de las más grandes de España, la estación de Formigal-Panticosa. Su punto fuerte es que esta estación destaca por la variedad de sus descensos y por contar con áreas específicas para la práctica de freestyle y snowpark. Sin olvidar su après-ski, uno de los más animados de la zona, con numerosos bares y restaurantes que ofrecen entretenimiento después de un día en la nieve.
Madrid, Comunidad de Madrid
En los alrededores de la capital, los inviernos que hay suerte, las estaciones de Navacerrada y Valdesquí se convierten en opciones accesibles para disfrutar de la nieve sin alejarse demasiado de la ciudad. Ubicadas en la Sierra de Guadarrama, ofrecen pistas adecuadas para esquiadores principiantes e intermedios. Además del esquí, la zona es ideal para practicar senderismo invernal y disfrutar de la belleza natural del entorno.
La Rioja
Ubicada en la Sierra de la Demanda, Valdezcaray es la principal estación de esquí de La Rioja y un destino invernal perfecto para todos los niveles por la variedad de pistas que ofrece, desde principiantes hasta expertos. La proximidad a la región vinícola de La Rioja permite combinar la práctica de deportes de invierno con enoturismo, degustando algunos de los mejores vinos de España, y visitas a algunos de los pueblos más bellos de la zona en donde disfrutar de su cocina local, sin ir más lejos, Ezcaray y la cocina del gran Francis Paniego.
Foto: Matthieu Petiard © Unsplash
Girona, Cataluña
Las estaciones de La Molina y Masella, ubicadas en la comarca de la Cerdanya, tienen la peculiaridad de que cuentan con más de 140 kilómetros de pistas conectadas. La Molina es considerada la estación pionera en esquí en España al haber sido la primera en instalar un telesquí en 1943. Mientras, Masella es conocida por sus descensos entre bosques de pinos y por ofrecer esquí nocturno en varias de sus pistas.
Huesca, Aragón
Conocida por ser una de las estaciones de esquí más antiguas de España, Candanchú ofrece una experiencia única en el Pirineo aragonés, además de ser la estación es ideal para esquiadores experimentados gracias a contar con pistas técnicas. Los más noveles, también podrán adentrarse en sus pistas y aprender todo lo necesario para lanzarse a la nieve en alguna de sus escuelas de esquí.