Convertida en la meca gastronómica de Latinoamérica y siendo la única capital con salida al océano Pacífico de Sudamérica, Lima (Perú) es una ciudad que mezcla un impresionante pasado histórico, con una cultura y una gastronomía riquísima fruto de las sucesivas migraciones. Este destino todavía desconocido, pues Cuzco y su Amazonía se llevan la gran parte de los visitantes, es perfecto para recorrerlo, solo/a, en pareja, con amigos o familia. Esta es la guía para recorrer cada uno de los barrios de la capital peruana y no perderse ni un solo detalle.
Lima cuadrada
Declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, el centro histórico de Lima es un imprescindible para cualquier persona que quiera entender dónde comienza la historia de este país. El pasado limeño se descubre entre sus calles, sus iglesias y edificios plagados de vestigios de la época colonial y del neobarroco como balcones y detalles de la fachada, su barrio chino -donde comer una de las mejores cocinas chifas de la ciudad, esa que surgió de la combinación de la migración china y la población local-.
No hay que perderse la Plaza de Armas, donde el conquistador Francisco Pizarro fundó la ciudad, ni su imponente Catedral, el Palacio arzobispal, la Iglesia de Santo Domingo, el convento de San Francisco o Casa Aliaga, una de las mansiones más antiguas e importantes de la capital peruana.
El barrio bohemio
Alternativo, hippie y colorido, Barranco es posiblemente el barrio más bello de la ciudad de Lima. Elegido uno de los 49 barrios más 'cool' del mundo por la revista estadounidense 'Time Out', Barranco es perfecto para recorrerlo entero a pie.
Situado en lo alto de un acantilado, esta belleza de zona cuenta con vistas al Pacífico y está repleto de galerías de arte, espacios para correr o pasear en bicicleta, un acceso directo a las playas donde se hace surf y algunos de los mejores restaurantes del planeta como Central, del chef Virgilio Martínez, elegido Mejor Restaurante del Mundo 2023 por 'The World’s 50 Best Restaurants'; Kjolle, de la cocinera Pía León, en el puesto 28 de la misma lista; o Mérito, de Juan Luis Martínez. En Barranco, además de la parte gastronómica, no hay que perderse el Puente de los Suspiros, la Biblioteca Municipal o el Museo de Arte Contemporáneo de Lima (MAC).
Con aires cosmopolitas
Rodeado de preciosos parques y asentado en el mismo acantilado que Barranco, el barrio de Miraflores es especialmente conocido por sus edificios modernos, sus aires cosmopolitas y por ser una de las zonas más caras de la ciudad. Su malecón, que se extiende a lo largo de cinco kilómetros, es el lugar de encuentro y de ejercicio de buena parte de los limeños. Carril bici, running, pistas de tenis y pádel, acceso directo a las playas para bajar con la tabla de surf o parapente, son algunas de las alternativas que ofrece esta zona rodeada de jardines verdes.
En esta zona, además, es posible profundizar en las antiguas civilización que fundaron la ciudad, como las culturas Lima, Wari e Ychsma presentes en las ruinas de Huaca Pucllana, un lugar ceremonial ubicado en medio del barrio y descubierto hace tan solo 40 años que cuenta el pasado prehispánico de estos pueblos.
De la complejidad al arte
Conocido por haber sido el primer puerto de Perú y por ser uno de los distritos más complejos de la ciudad de Lima, en Callao florece el arte, la cultura, la fotografía y el diseño. Estos dos polos opuestos, entre pobreza y arte moderno, están haciendo de su casco histórico una de las zonas culturales más importantes e interesantes de Lima. Allí se encuentra Monumental Callao, un edificio restaurado de siete plantas con tiendas de arte, salas de exposiciones y galerías que se ha convertido en sede de uno de los más grandes festivales de cultura de Perú. Entre las visitas más especiales en sus alrededores se encuentra la Fortaleza Real Felipe, construida en 1747 para proteger a la ciudad de Lima de ataques piratas, y las islas desiertas del Callao: Palomino, Cavinzas, San Lorenzo y El Frontón, donde poder ir a ver lobos marinos y aves.