Una escapada al País Vasco siempre es motivo de desconexión, disfrute y buena cocina. Pero hay mucho más detrás de cada uno de estos destinos en los que se esconde cultura, historia y naturaleza. Estos son solo tres de los pueblos que se han de visitar -al menos- en una escapada rumbo al norte.
Getaria, entre viñedos y alta costura
Entre Zarautz y Zumaia se encuentra un pueblo pesquero que es también, a su vez, uno de los templos de la gastronomía vasca. Conocido por su monte con forma de ratón y por haber sido la localidad natal de dos personalidades mundialmente reconocidas, el marino Juan Sebastián de Elcano y el modista Cristóbal Balenciaga, Getaria es un destino perfecto para disfrutar de la historia, la cultura, la gastronomía y la enología en el País Vasco.
Su puerto se encuentra entre el casco histórico y el monte San Antón, y es visita obligada en un paso por la villa. En un paseo por sus calles aparece el monumento a Juan Sebastián Elkano, el primer marinero en dar la vuelta al mundo, que nació aquí en 1487. A lo largo de su casco histórico se merece una visita la iglesia de San Salvador, el Museo Balenciaga -homenaje a uno de los pioneros de la moda que marcaron el rumbo de la alta costura-, y el Ratón de Getaria, un espacio que históricamente fue utilizado como atalaya para avistar ballenas, corsarios y naufragios y donde hoy se pueden ver unas espectaculares vistas desde la costa.
Hondarribia, un pueblo de alma pesquera
Entre la desembocadura del río Bidasoa y la bahía de Txingudi se encuentra rodeado por una muralla transitable el núcleo de la ciudad vieja de Hondarribia o Fuenterrabía, en castellano. Las diferentes puertas de entrada a la ciudad, como la de San Nicolás o Santa María, dan paso a un bello trazado medieval y a la iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, del siglo XVI, y del Castillo de Carlos V, reconvertido en Parador de Turismo. El antiguo barrio de pescadores, La Marina, ubicado extramuros, es especialmente conocido por sus casas de colores, pintadas con el aprovechamiento de la pintura sobrante de los barcos. Una zona perfecta para pasear en este precioso pueblo del País Vasco.
La meca del surf del País Vasco está en Mundaka
En medio de la Reserva de la Biosfera y el Área de Conservación de Urdaibai se encuentra Mundaka, un pueblo ubicado en la ría que lleva su nombre cuya aparición está vinculada a las actividades de pesca y el comercio marítimo. Esta villa surgida en torno al mar cuenta con un casco histórico que es el mismo que en el medievo, de ahí que el puerto sea el centro del municipio y desde donde nacen todas las calles que forman su núcleo histórico.
La iglesia de Santa María, un templo gótico renacentista de los más bellos de la zona, es una de las paradas indispensables de visitar. Igual que la ermita de Santa Catalina, un templo religioso que se emplaza sobre un promontorio y que a lo largo del tiempo ha servido no solo como iglesia, si no también como lugar donde cumplir cuarentenas de enfermedades y epidemias.
Otra visita esencial es el mirador de la Atalaya y el de Portuondo, donde ir a vislumbrar las preciosas panorámicas de la ría de Mundaka. Los amantes del surf querrán pasar por la playa de Laida, la más grande de la ría, para practicar este deporte o ver los espectáculos que cada otoño tienen lugar en esta ría desde que en los 80 se convirtiera en la capital del surf gracias a su ola izquierda.
NEFAS
En el Pais Vasco lo mejor es que se pierdan los de bildu y sus macarras. El clima y el ambiente son desagradables salvo que seas filoetarra. ¡Anda y que los zurzan!