Considerado un gran desconocido para los amantes de la naturaleza y de las rutas en carretera, Turquía cuenta con una oferta natural y paisajística impresionante que la convierten en un destino perfecto para los amantes de la conducción y las actividades al aire libre.
Bordeado por el Mediterráneo, el mar Egeo y el mar Negro, y plagada de exuberantes bosques y tesoros históricos, este país a medio camino entre Europa y Oriente Medio ofrece una gran variedad de alternativas para los amantes de este tipo de rutas por carretera.
De Çanakkale a Ayvalık
Ya sea en coche, en moto, en bicicleta o en autocaravana, Turquía es un país para disfrutarlo en la carretera. Una de estas impresionantes rutas es la que va desde Çanakkale a Ayvalık, donde se pone de relieve el vasto patrimonio cultural de la región, su increíble naturaleza y sus playas vírgenes. Además, a lo largo del viaje, el visitante puede disfrutar de las antiguas ciudades que se encuentran en su recorrido y donde hacer diferentes paradas para deleitarse con su gastronomía.
De Ayvalık a Çeşme
Las montañas de Madra y la ruta de Bergama hasta la antigua ciudad de Pérgamo se convierten en la siguiente ruta para conocer Turquía. En este recorrido se pasa por Izmir, el corazón del Egeo, donde se encuentra la ciudad marinera de Foça, con una zona histórica llamada Eski Foça y con pintorescas carreteras y unas vistas impresionantes. También se hace parada en las antiguas ciudades de Miletos, Priene y Éfeso y en Çeşme, un popular destino de vacaciones frente al mar, cerca de İzmir, y Alaçatı, un pintoresco complejo con escuelas de windsurf y casas de piedra.
De Eskişehir a Isparta
El centro histórico de la ciudad de Odunpazarı, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO); el bazar de artesanía Atlıhan, donde se exponen ejemplos de la artesanía tradicional de la región; el Museo de la Sepiolita; las tranquilas ciudades de Isparta; el Parque Nacional del Lago Kovada, hábitat de cientos de especies de aves; el Parque Natural de Gölcük, que alberga uno de los raros lagos de cráter del país; el lago Eğirdir, una maravilla natural con hipnotizantes vistas al atardecer o el pueblo de Kuyucak, que deslumbra con sus campos de lavanda, son solo algunos de los puntos culturales y naturales que atraviesa esta ruta por Turquía. Además, en el recorrido se encuentra la Ruta de San Pablo, un camino de peregrinación de hace más de 2000 que cada año realizan miles de personas.
De Kalkan a Antalya
Las aguas claras, las bahías desiertas y las montañas exuberantes son los paisajes que se pueden ver en la ruta que va de Kalkan a Antalya. Esta ruta de paisajes únicos y huellas de antiguas civilizaciones hace parada en las imprescindibles Patara - considerada una de las ciudades más importantes de la antigua Licia, donde se conservan estructuras históricas como el teatro, el edificio del parlamento, el faro, el arco de la ciudad, templos e iglesias-, Kalkan y Kaş, Olympos, Çıralı y Antalya. Ésta última parada, considerada la perla del Mediterráneo, permite explorar las profundas aguas azules de sus mares en uno de los centros de turismo de buceo más importantes del mundo y descubrir el Museo Arqueológico de Antalya, donde se exponen magníficas obras de diferentes civilizaciones mediterráneas.
De Bolu a Çamlıhemşin
Sin lugar a dudas, esta es la ruta de los amantes de la naturaleza. Atravesando majestuosos paisajes de impresionantes bosques verdes y aguas azules, este viaje parte desde Bolu, famosa por sus lagos, hasta Çamlıhemşin, el paraíso de las montañas de Rize. No hay que dejar de visitar la verde Kastamonu y las históricas ciudades portuarias de Sinop y Samsun, que sorprenden a los visitantes por su belleza natural.
