Repartidos a lo largo y ancho del mundo, se encuentran numerosos yacimientos arqueológicos que cuentan nuestra historia, evolución, cultura y hasta gastronomía; lugares históricos que explican de dónde venimos y cómo nos hemos ido transformando con el paso del tiempo. Esta es la ruta de algunos de los yacimientos arqueológicos más bonitos del mundo con vistas al mar que merecen la pena visitar.
Ruinas mayas de Tulum
Si pensamos en un yacimiento arqueológico con vistas al mar, uno de los primeros que puede venir a la cabeza es el que se encuentra en Quintana Roo, México, las ruinas mayas de Tulum. Su ubicación privilegiada con vistas al mar Caribe y el buen estado de conservación de sus edificios hacen de esta zona de la Riviera Maya una de las más conocidas. Algunos de los principales atractivos del yacimiento arqueológico son El Castillo, el Templo de los Frescos y el Templo del Dios Descendente. Además, la antigua ciudad maya es un punto de partida perfecto para descubrir no solo las hermosas playas de la zona, incluyendo la famosa playa del Paraíso, sino también la Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
Teatro de Taormina
En Sicilia, Italia, se encuentra el yacimiento arqueológico del teatro greco-romano Taormina, en el Parque Arqueológico de Naxos y Taormina. Situado en lo alto de una colina, con vistas a la bahía de Naxos y al estrecho de Mesina, sus orígenes se remontan al siglo III a. C. cuando durante el período helenístico albergaba representaciones dramáticas o musicales. Posteriormente, en la época romana, el recinto se adaptó para acoger luchas de gladiadores. En la actualidad, además de maravillar a los numerosos turistas procedentes de todo el mundo, en el teatro también se realizan conciertos y representaciones teatrales, así como prestigiosos eventos, incluyendo el Taormina Film Fest.
Sitio arqueológico de Cartago
Convertida en uno de los centros comerciales más importantes del Mediterráneo y una de las ciudades más prósperas de la Antigüedad clásica, Cartago (Túnez) fue destruida por la República romana en el año 146 a. C. durante la tercera guerra púnica. Sin embargo, de aquellos tiempos, quedan a día de hoy las ruinas de Cartago, una visita imprescindible en Túnez, donde visitar las Termas de Antonino, que en su día fueron una de las termas más importantes del Imperio romano.
Yacimiento arqueológico de Kourion
La antigua ciudad-reino de Kourion, situada a poca distancia de Limasol, es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Chipre. A lo largo de un paseo por su yacimiento, se puede visitar su magnífico teatro grecorromano, construido en el siglo II a. C. que en la actualidad también acoge importantes representaciones musicales y teatrales al aire libre. Otros puntos interesantes son los mosaicos de la Casa de Eustolios, de la Casa de Aquiles y de la Casa de los Gladiadores, así como los restos del ágora romana y de una basílica cristiana.
Anfiteatro de Tarragona
La antigua Tarraco fue una de las principales ciudades del Imperio romano en la Península Ibérica, de ahí que no sorprenda que sea uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de España y haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000. En un recorrido por la ciudad se pueden ver varios monumentos que van del siglo III a. C. hasta el VI d. C., contando con el anfiteatro, una espectacular construcción oval a orillas del mar Mediterráneo, en cuyo interior se celebraban luchas de gladiadores y cacerías de fieras.
Sitio arqueológico de Biblos
Situado a 40 km de Beirut, se encuentra la ciudad costera de Biblos, un lugar que ha estado continuamente habitada desde el Neolítico y que a día de hoy es uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de Oriente Próximo. Por allí pasaron numerosas civilizaciones que dejaron importantes vestigios que vale la pena conocer como el castillo de la época de las Cruzadas, el teatro romano, el templo con forma de L, el templo de los Obeliscos y la necrópolis real, por mencionar algunos. Y por si esto fuera poco, su historia también está asociada con la difusión del alfabeto fenicio.