España se encuentra en una situación de riesgo crediticio -es decir, de no poder cumplir con sus obligaciones financieras- debido a su elevada exposición económica a la crisis derivada de la covid-19; también a que tiene menor margen fiscal que otros países, dado que su déficit público es muy alto, según ha advertido la agencia de calificación Moody's a sus inversores.
Esta agencia, que de momento ha mantenido la calificación de la deuda soberana española con el rating 'Baa1 con perspectiva estable', avisa de que "los altos niveles de deuda, unidos a un crecimiento intermitente, intensifican el riesgo y el potencial impacto de otro shock, sobre todo si se debilita la confianza de los inversores en países que tienen que refinanciar grandes cantidades de deuda", como España, que ha cerrado 2020 con un nivel de deuda pública cercano al 120% del PIB.
La agencia advierte de que para revisar al alza o a la baja las calificaciones de la deuda soberana en el futuro tendrá en cuenta si los Gobiernos tienen una "estrategia creíble para revertir el deterioro fiscal".
En el caso de España, instituciones como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) han insistido en numerosas ocasiones al Ejecutivo para que prepare un plan de consolidación fiscal, como ha ido contando Vozpópuli, pero el Ministerio de Hacienda siempre se ha negado hasta la fecha aunque se lo exige la propia Ley de Estabilidad.
Si fracasan en hacer ese plan, perderán la confianza de los inversores
"A pesar de tener calificaciones estables o que hayan mejorado, el fracaso para desarrollar y comunicar pronto políticas capaces de revertir esta tendencia adversa de las finanzas públicas cuestionará la calidad de las instituciones y la gobernanza, intensificará la exposición a escenarios más negativos y aumentará el riesgo de shocks en la confianza de los inversores y de incrementos no previstos del coste de la deuda", advierten.
Este mensaje de alerta lo dirigen especialmente a los países que ya tenían niveles elevados de deuda antes de la pandemia y obstáculos estructurales para crecer, como Italia, Chipre, España, Portugal, Francia y Bélgica, apuntan.
Moody's deja claro ahora que España es, junto a Italia, Chipre y Portugal, el país en el que existe un mayor riesgo crediticio, y uno de los más endeudados, con una ratio de deuda sobre PIB del 120%. "Cuatro de los diez países más endeudados del mundo de los que analizamos están en la Eurozona: Grecia, con una deuda cercana al 200% del PIB; Italia (158%); Portugal (137%) y España (120%)".
Creen que España sufrirá en 2020 la mayor caída del PIB en Europa, del 11,6%, seguida de una recuperación del 6% en este ejercicio, pero que no permitirá que el país recupere el nivel previo a la crisis al menos hasta 2022. El paro seguirá aumentando este año, hasta el 18%.
Por qué España sale tan mal parada
Las razones que le llevan a desconfiar de la capacidad del país para afrontar sus deudas son, además del crecimiento inestable y el elevado déficit público, el hecho de que el país esté "especialmente expuesto a las restricciones domésticas, dado el elevado peso que tiene el sector servicios", algo que sucede también en Italia, así como el hundimiento del turismo.
"Portugal y Grecia, la pequeña isla de Chipre y Malta y dos de los estados europeos más grandes, España e Italia, son los más vulnerables ante una caída sostenida de las llegadas de turistas", avisan.
A esto se suma el desequilibrio fiscal que ya sufría el país antes del impacto de la covid-19, así como los "retos estructurales del mercado laboral, como el elevado nivel de desempleo" y una estructura demográfica que Moody's considera "adversa" -problemas que también compartimos con Italia-.
La elevada proporción de pymes en el tejido productivo es otro de los factores, ya que tienen más dificultad para acceder a la financiación. Esto lleva a España y a otros países como Italia, Francia, Grecia y Chipre, a "ser particularmente vulnerables a más quiebras y a un aumento del desempleo".
ERTE y empresas 'zombis'
"Si las medidas de apoyo se alargan demasiado, esto podría retrasar la recolocación sectorial y aumentar el número de empresas zombis, reducir la productividad y ralentizar la recuperación", advierte la agencia de calificación, en relación a los ERTE.
Cree que este riesgo afectará sobre todo a Países Bajos -donde los ERTE expiran en junio de 2021-, en Alemania y Francia -donde estarán en vigor hasta fin de año-.
No incluye a España en este grupo porque asume que los ERTE terminarán el 31 de enero, sin embargo el Gobierno está negociando con los agentes sociales para prorrogarlos hasta junio, con lo que esta advertencia valdría también para el caso español.