Quien avisa no es traidor. Los principales banqueros españoles llevan meses anunciado que las condiciones de las hipotecas se van a endurecer. El último en hacerlo ha sido esta semana Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, quien señaló que todo lo que está pasando en los últimos meses “va a tener unos efectos sobre el mercado hipotecario y sobre el coste de los créditos de los ciudadanos”.
Se refiere principalmente a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por las cláusulas suelo y el auge de reclamaciones por los gastos hipotecarios. Y también por la reforma hipotecaria que tiene en marcha el Gobierno, para la que todavía quedan unos meses.
Así, casi todas las estadísticas reflejan que el coste de las hipotecas se ha encarecido desde que arrancó 2017. Según el Banco de España, el tipo de interés medio del crédito para comprar vivienda ha pasado del 1,91% al 1,98% entre enero y febrero, un 3,6% más. Según un informe de CrediMarket, el coste se ha mantenido estable en los últimos meses, pero sube un 8% desde agosto, y cada vez hay más signos de crecimiento en el tipo de las hipotecas: 14 entidades lo han hecho en los últimos meses.
Este comparador enumera distintos bancos que han subido el interés de los créditos inmobiliarios: Abanca, Activobank, Banco Caixa Geral, Banco Cooperativo Español, Banco Sabadell, BBVA, Deutsche Bank, Evo Banco, Ibercaja, Kutxabank, Laboral Kutxa, Liberbank y, poco antes de comienzos de año, Bankinter.
Las subidas de precio se concentran en las hipotecas a tipo fijo, que ya suponen entre el 35% y el 50% de las que se contratan en España
Las subidas se concentran principalmente en las hipotecas a tipo fijo. Entre las mayores destacan las de Sabadell (de 40 puntos básicos), Bankinter (30 puntos básicos desde octubre-noviembre) y BBVA (entre 10 y 15 puntos básicos). Junto al incremento de los intereses de los créditos, los bancos también están lanzando o subiendo las comisiones, en parte para compensar la decisión de compartir los gastos hipotecarios.
Un caso a contracorriente es el de Bankia, que ha quitado comisiones y tiene tipos de interés entre los más competitivos. La entidad nacionalizada está apostando por esta estrategia por su necesidad de encarecer el saldo actual de hipotecas concedidas en el pico de la burbuja inmobiliaria, con diferenciales sobre el euríbor muy bajos. Otras dos grandes entidades que también están pisando el acelerador con precios más bajos son Santander y CaixaBank, para captar nueva clientela.
Auge del tipo fijo
A pesar del incremento de los tipos de las hipotecas, los banqueros defienden que los precios siguen muy por debajo del de otros países europeos: “Los datos siguen mostrando tanto el elevado dinamismo del mercado como la disposición de los bancos españoles a mantener unas condiciones financieras muy favorables para que las familias cumplan su deseo de comprar una vivienda”, señala el portavoz de la AEB, José Luis Martínez Campuzano.
Una de las tendencias que van ganando peso en España es el auge de las hipotecas a tipo fijo. Según datos del INE, un 65% de las nuevas hipotecas están referenciadas sobre el euríbor, por un 35% de las fijas.
En esta línea, según un reciente estudio del Banco de España, la contratación de hipotecas a tipo variable ha caído del 80-90% de 2010 a un 50% en la actualidad. Aunque la otra mitad está repartida entre tipos fijos y mixtas (la que menos recomiendan los expertos), en este auge ha influido la conversión de créditos con cláusulas suelo dentro de acuerdos extrajudiciales entre clientes y entidades.
El propio regulador reconoce que este cambio de tendencia está todavía lejos de cambiar la fotografía del sector, ya que el 96,6% del saldo vivo de hipotecas sigue siendo a tipo variable, con un 85% ligado al euríbor a doce meses.
A nivel de actividad, el negocio de las nuevas hipotecas sigue creciendo. Las entidades prestaron 5.326 millones entre enero y febrero para este tipo de créditos, un 8% más que en los dos mismos meses de 2016. Aun así, el promedio mensual este ejercicio es de 2.660 millones, frente a los 3.100 que se concedieron al mes durante el año pasado. Y las cifras todavía están muy lejos de los años previos a la crisis.