Más Isidro Fainé que nunca. El histórico banquero terminó la semana pasada cerrando el círculo para retener su poder en el mundo empresarial. En medio de una creciente amenaza de intervencionismo, Fainé acaba de renovar por otros cuatro años como vicepresidente de Telefónica, donde se sienta en el consejo desde 1994, y como presidente de CECA, la antigua patronal de cajas, durante seis años más.
Fainé, de 81 años, aplaca de forma definitiva las dudas sobre su retirada. Un camino que ya había quedado despejado a finales de enero, cuando anunció que seguiría al menos hasta 2027 al frente de Criteria Caixa, el holding que agrupa las participaciones empresariales de la Fundación La Caixa. Fainé, como señalan fuentes empresariales, se remanga y prefiere ser él quien coja la manguera para apagar los fuegos en torno al universo La Caixa.
Hay trabajo por delante. El intento de asalto de Junts y ERC a la Fundación La Caixa, el regreso del Estado a Telefónica más de 20 años después de su privatización y el impuestazo permanente que prepara el Gobierno de Pedro Sánchez al sector bancario serán los asuntos capitales para el banquero.
Preocupación tras las elecciones catalanas
En el primer caso, el anhelo de los independentistas catalanes se volverá a poner encima de la mesa con fuerza tras las elecciones catalanas del 12 de mayo. Todo lo que no sea una victoria clara del candidato del PSC, Salvador Illa, traslada un alto ejecutivo catalán, cebará las pretensiones de Junts y ERC. Incluso sin descartar que sea cual sea el resultado de los comicios, Sánchez quiera exhibir influencia en el primer banco español, en donde Criteria controla algo más del 30%.
“Hay preocupación por lo que pueda ocurrir tras las elecciones catalanas. El Estado ya está dentro de CaixaBank. ¿Quién asegura que no van a acabar pidiendo hasta la nacionalización", desliza con preocupación en privado un empresario catalán. El Estado controla un 17% de la entidad de origen catalán como herencia de la fusión con Bankia, en la que Fainé fue uno de los que más empujó para que fuera una realidad.
"El universo de La Caixa se ha convertido en el primer accionista de Telefónica mientras que el Estado materializa su plan de tomar hasta el 10% de la compañía
Pero el fuego más inmediato prendió a finales de marzo en Telefónica. La Sepi comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la compra del 3,04% dentro de su plan de hacerse con hasta el 10% como contrapeso a la irrupción de Arabia Saudí. Pero mientras que el Gobierno completa su desembarco (podría tener otro 2% en derivados), Fainé se ha adelantado y ha acelerado en su plan de aglutinar en torno a Criteria toda la participación del universo La Caixa.
Lucha en Telefónica por la llegada saudí
Criteria declaró este lunes que superaba el 5% de Telefónica, que se suma al 2,51% que controla CaixaBank. Ambos paquetes dan el 7,5% a la órbita La Caixa, que se convierte en primer accionista de la compañía a la espera del Estado y de STC, controlada al 64% por el fondo saudí y que anunció en septiembre la compra de un 9,9%.
Lo lógico es pensar que el banco deshaga esta posición, pero mientras se ejecuta este plan el hólding seguirá comprando acciones de la teleoperadora y no se descarta que tome como referencia el 7,5% que se acaba de alcanzar.
"Fainé ha ganado confianza tras nombrar número dos a Simón en Criteria. Está convencido que dará estabilidad al grupo
Como respuesta a las amenazas se interpretó precisamente el nombramiento de Ángel Simón como consejero delegado de Criteria. Un perfil “más ejecutor” que su antecesor Marcelino Armenter. “Criteria estaba bastante paralizada y es un gran buque empresarial", señalaban fuentes próximas a la entidad.
De hecho, Simón planea más compras de participaciones empresariales, aunque una vez que se arregle el accionariado en Naturgy, del que Criteria es el máximo accionista con casi el 27% del capital.
“Simón le ha dado un chute de energía a Fainé”, indican fuentes empresariales en contacto permanente con el poder económico. El presidente de Criteria está satisfecho con su elección para dar estabilidad al hólding.
La sensación en el mundo empresarial es que el histórico banquero no dará un paso al lado hasta que deje atado el futuro del brazo inversor de La Caixa. Al menos, dispone de otro lustro para solventarlo.