Las principales bolsas asiáticas se han dado este miércoles un respiro y moderan su evolución negativa de los últimos días, después de que el Banco Central de China anunciara un nuevo recorte de los tipos de interés, entre otras medidas adoptadas para inyectar liquidez y frenar la sangría bursátil. Esas iniciativas parecen haber propagado el optimismo en los mercados.
El índice general de la Bolsa de Shanghái, el principal indicador de los parqués chinos, ha bajado un 1,27%, 37,68 puntos, para terminar en 2.927,29 al cierre de una sesión de intensa volatilidad, pero con porcentajes más moderadas que los de los últimos días. El referencial de Shanghái continuó con su racha de pérdidas, que dura ya cinco jornadas, aunque suavizó los desplomes que fueron de un 7,63% del martes y un 8,49% del lunes, su peor jornada en ocho años. El selectivo chino, que cotiza en los niveles que tenía en diciembre, abrió con subidas mínimas y, a medida que avanzaba la sesión, intercambió rápidamente momentos de ganancias y pérdidas, que llegaron a ser de más de un 3%.
El índice general de la Bolsa de Shenzhen, la segunda del país y dominada por los valores tecnológicos, cayó un 2,92 % y terminó en 9.899,72 unidades.
En Japón, la Bolsa de Tokio consiguió romper con la sangría de seis jornadas consecutivas de pérdidas y el índice Nikkei cerró con una subida de 579,73 puntos, un 3,26%, y se situó en las 18.386,43 unidades. Por su parte, el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, avanzó 46,32 puntos, un 3,23%, hasta las 1.478,97 unidades.
La Bolsa de Seúl cerró también con un fuerte ascenso. El índice referencial Kospi subió 47,46 puntos, el 2,57%, hasta 1.894,09 unidades en una sesión en la que se movieron 5.700 millones de dólares, mientras el tecnológico Kosdaq avanzó 22,01 puntos, el 3,41%, hasta los 667,44 enteros.
