Economía

El efecto inmigración: el PIB ha crecido la mitad desde 2019 si se mide por persona

Los factores que más contribuyen al crecimiento del PIB son el consumo privado y público. En el otro extremo están las exportaciones de bienes y la inversión

  • Varias personas en la calle Gran Vía de Madrid. -

El PIB de España lo ha vuelto a hacer. Crece por encima de las previsiones iniciales y bate al resto de grandes economías europeas. En 2024 se elevó un 3,2%, el doble de lo que plantearon a inicios del año los analistas y muy por encima de la media de la Unión Europea (0,8%), con Alemania en recesión (-0,2%) y Francia al 1,1%. También está aún por encima del promedio de los años previos a la pandemia (2014-2019), cuando la economía española crecía a un ritmo del 2,6%. 

Hay varios factores que están detrás de este fuerte crecimiento en España. De los 3,2 puntos que avanzó en 2024, alrededor de la mitad del crecimiento ha venido dado por el consumo privado. Desde la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) destacan la sorpresa "positiva" de este factor, que ha tenido más vigor de lo que anticipaban y, de hecho, su dinamismo se percibe como "la principal diferencia con respecto a 2023". 

Por un lado, los hogares tienen más capacidad adquisitiva tras las mejoras recientes de los salarios y el empleo. Así lo reflejan también los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), con un mayor crecimiento de los costes laborales y de los ocupados. Pero, además, se está produciendo un importante incremento de la población como consecuencia de la inmigración. Hay más personas en el país para consumir, y también para producir. 

Desde 2019 el PIB per cápita ha crecido un 3,2%, frente al 6,9% que ha avanzado la economía en términos agregados

Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, calcula que la población creció un 1% en 2024, de acuerdo a datos provisionales del INE. Por lo tanto, eso implica que el PIB per cápita en realidad aumentó un 2,2% en 2024 (frente al 3,2% en términos agregados). Y a este crecimiento del PIB per cápita ha contribuido "el crecimiento de la productividad por hora y la reducción de la tasa de paro", apunta.

Fernando Gómez, economista en Funcas, añade que desde 2019 el PIB per cápita ha crecido un 3,2%, frente al 6,9% que ha avanzado la economía en términos agregados. Dicho de otra manera: la mitad del crecimiento acumulado del PIB desde 2019 se explica por el aumento de la población. "Hay más personas que producen, pero no hay un crecimiento tan intenso de lo que produce cada persona y, por tanto, la productividad no crece tanto", aclara. 

El consumo público

El consumo público es otro factor clave que ayuda a mantener un fuerte crecimiento en la economía española. Engloba todo el gasto de las administraciones en servicios sanitarios, educativos, de protección social o de administración general. También gastos en producción de estadísticas oficiales, o en servicios de protección civil, seguridad y defensa. No incluye la inversión pública ni el gasto en pensiones, prestaciones por desempleo e intereses.

Del 3,2% que avanzó el PIB de media en 2024, alrededor de un punto se debe al consumo de las administraciones públicas. "Vemos que el sector público sigue teniendo un peso importante en el crecimiento económico", comenta Fernando Gómez, quien recuerda que, a diferencia del consumo privado, este ya era un factor clave en años anteriores. Esta variable se sitúa ya un 19% por encima del nivel de 2019, frente al 3% del consumo privado.

El consumo público ha explicado 4,2 puntos de los 8,9 que ha crecido el PIB desde 2018, año en que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa. De nuevo, prácticamente la mitad. Otra parte importante responde al consumo privado, 2,5 puntos. Sin embargo, la inversión sólo ha aportado 9 décimas y el sector exterior (exportaciones menos importaciones) en torno a 1,3 puntos. "Las administraciones públicas han tirado mucho", concluyen desde Funcas.

Inversión y exportaciones

La inversión es el componente del PIB más rezagado. Sólo aportó tres décimas al crecimiento de todo el año. Aunque ha logrado superar los niveles previos a la pandemia, el Banco de España ha alertado de que esto incluye tanto la pública como la privada, siendo esta última la más retrasada. Hasta el tercer trimestre de 2024 se situaba aún alrededor de un 5% por debajo de los niveles de 2019, advirtió el Banco de España. Sus economistas alargan la recuperación de esos niveles hasta 2027.

Por el contrario, las inversiones del sector público con motivo de la crisis sanitaria y al despliegue de los fondos europeos Next Generation EU (NGEU) han elevado ya los niveles de inversión pública en un 40% respecto al nivel precovid. La consecuencia es que, tal y como apunta el Banco de España en un artículo publicado esta semana, la inversión privada ha perdido peso en la economía, pasando de representar un 12,6% del PIB en 2019 a un 10,7% en 2024. 

Al desagregar la inversión por sectores, Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research, destaca que la inversión en vivienda se sitúa "apenas un 2,3% del nivel prepandemia en un entorno que debería ser favorable para la construcción de vivienda (creación de empleo y reducción de tipos de interés) pero donde pesa la incertidumbre regulatoria". "Sabemos que el sector público no invierte casi en vivienda, apenas algo más de 1.000 millones, que no llega al 0,1% del PIB", añade.

Frente al fuerte impulso de las exportaciones de servicios (turísticas y no turísticas), las de bienes sólo han avanzado un 2,7%

Además, Cardoso destaca que la inversión en material de transporte todavía está un 13% por debajo del nivel de 2019, afectada por la incertidumbre que genera la transición hacia el vehículo eléctrico. Esto se encuadra dentro de la inversión en bienes de equipo, que aún está un 4,9% por debajo del nivel previo a la pandemia, tal y como señala Fernando Gómez. Es la inversión en productos de propiedad intelectual la que mejor se ha comportado y la que ha permitido recuperar los niveles prepandemia en términos agregados. 

Finalmente, en cuanto al sector exterior explicó cuatro décimas del crecimiento del último año (3,2%) y 13 puntos del crecimiento de los últimos cinco años (6,9%). Los servicios turísticos y no turísticos (actividades como el transporte, la consultoría o las telecomunicaciones) han evolucionado favorablemente y las exportaciones están ya un 27,8% por encima del nivel precovid. Sin embargo, las exportaciones de bienes han puesto freno al PIB con un avance de apenas el 2,7%. 

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