Cumplir con la OTAN en Defensa no será tarea fácil, no sólo por el fuerte incremento que España debe hacer aún en términos de gasto militar, sino porque ese gasto se mide en porcentaje de PIB. El fuerte crecimiento que viene experimentando la economía, semejante a la trayectoria de un 'cohete' para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha favorecido en la medición de variables que también se miden en relación al PIB, como la deuda pública o el déficit público, pero en el caso de la Defensa jugará en contra.
La explicación es que un mismo volumen de gasto militar en millones de euros supone menos porcentaje de PIB ahora que hace un año, antes de la última revisión del INE y de que los organismos económicos elevaran sus previsiones para este año. O dicho de otra manera: España deberá gastar más en Defensa como consecuencia del mayor crecimiento del PIB. Los cálculos de Mª Jesús Fernández, economista senior de Funcas, apuntan a más de 1.000 millones de euros de diferencia.
La economista explica que, con los datos conocidos y las previsiones económicas que había el pasado verano para 2024 y 2025, llegar al 2% del PIB en gasto en Defensa este año supondría alrededor de 32.300 millones de euros. Sin embargo, con la revisión al alza del crecimiento en 2023 que realizó el INE en septiembre de 2024, el buen dato que se ha avanzado de 2024 y la actualización de previsiones para este ejercicio, el 2% del PIB en 2025 ya son casi 33.400 millones de euros.
Si se pretende llegar al 3%, la diferencia es aún mayor, de 1.600 millones. Es decir, que si la exigencia que se marca a países miembros como España es llegar al 3% de gasto en Defensa este año, con los datos conocidos de la economía española y las buenas perspectivas para este año, significaría elevarlo hasta los 50.000 millones. Con los datos que se manejaban hace un año, la inversión militar sólo tendría que haber llegado hasta los 48.400 millones, según las cifras proporcionadas por Funcas a este periódico.
El punto de partida
En cuanto al punto en el que se encuentra actualmente España, las últimas estimaciones de la OTAN sitúan el gasto en Defensa de nuestro país cerca de los 20.000 millones de euros. En un documento titulado Defence Expenditure of NATO Countries (2014-2024) publicado en junio de 2024, la Alianza lo situaba en 19.723 millones de euros para ese año. Esto, según sus estimaciones de PIB del momento, representaba el 1,28% del PIB. Sin embargo, desde entonces las circunstancias han cambiado.
La última publicación del INE de la Contabilidad Nacional en enero dejó el PIB de 2024 en 1,593 billones. Esto, con el mismo gasto de 19.723 millones de euros, rebaja el nivel al 1,24% del PIB y deja un margen de 12.140 millones para llegar al 2%. Pero en lo que va de año la economía ya habrá avanzado, y cuanto más se retrase la consecución del objetivo, más difícil será alcanzarlo. Tal y como ha destacado el Gobierno, mientras las principales economías atraviesan dificultades para crecer, España seguirá avanzando este año por encima del 2,5%.
En este sentido, con las previsiones de Funcas para este año, que son aún ligeramente inferiores a las del Gobierno, alcanzar el 2% del PIB en gasto en Defensa se traduciría en un gasto de 33.342 millones. Es decir, que el esfuerzo que deberá hacer el Gobierno para cumplir con las exigencias de la OTAN este año será, como mínimo, de 14.000 millones. Esto es, teniendo en cuenta que el gasto actual se situaba en 2024 en los 19.723 millones de euros, como contemplaba la OTAN en sus últimas estimaciones.
Sin embargo, los economistas consultados advierten de que los últimos datos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), referentes al año 2023, reducen el gasto en Defensa de las administraciones públicas al entorno de los 14.000 millones de euros en aquel año. Tal y como apunta Mª Jesús Fernández, con los datos de la IGAE y las revisiones de la Contabilidad Nacional del INE, el gasto en Defensa no llegaría al 1% del PIB.
El Gobierno prepara el terreno
"El Gobierno tiene el compromiso claro de seguir subiendo el gasto militar y, de hecho, ya en los últimos años hemos estado entre los países de la OTAN que más han subido el gasto en términos absolutos", destacaba esta semana el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Ya se han conocido algunas medidas que van en la dirección de aumentar ese presupuesto. El Gobierno ultima un decreto de incremento de retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas en 200 euros adicionales al mes, elevando así la inversión en Defensa en 400 millones de euros.
Mientras, mantiene el objetivo de llevar el gasto en Defensa al 2% del PIB en una década y hace fuerza en Bruselas para que la Unión Europea financie la inversión adicional. "Es importante ese objetivo de gasto en porcentaje de PIB, pero tenemos que hacerlo desde una vertiente europea", señaló Cuerpo. Para ello, el ministro de Economía recurriría a mecanismos como el fondo de rescate (MEDE), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la emisión de deuda conjunta.
Además, también aboga por relajar las reglas fiscales, lo que permitiría al Gobierno elevar el gasto sin preocuparse por el aumento de la deuda y el déficit público. Sin embargo, Fernández advierte de que "teniendo niveles de déficit estructural y deuda pública tan elevados, hacer hueco para este incremento del gasto en Defensa es un reto importante y bastante serio" y, en este sentido, "deberían replantearse y reducirse otros gastos y no hacerlo mediante más deuda o impuestos".
En la misma línea, Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), considera que "España tiene un déficit de gasto en Defensa que sería necesario normalizar, pero el mejor escenario sería que esa mejora de la inversión fuera compatible con la consolidación presupuestaria". "Debe ser prioritario a otras partidas de gasto", añade el economista, recalcando también que "no hay margen para subir impuestos sin afectar gravemente a la competitividad de la economía española".
Además de la dimensión de la brecha, la situación se afronta con unos presupuestos prorrogados y sin el apoyo parlamentario garantizado para aprobar unos nuevos. Izquierdo recuerda, en todo caso, que existen fórmulas para modificarlos y reasignar a Defensa créditos antes dedicados a otras partidas de inversión, "La prórroga presupuestaria sin duda complica la asignación de recursos, pero no lo imposibilita", comenta. En todo caso, recuerda que el reto es mayúsculo y debe atajarse cuanto antes, "aprovechando el beneficio de la expansión económica".