Obligado por las circunstancias, Adolfo Domínguez sigue adelante con la agresiva cura de adelgazamiento de su red comercial, el plan de cierre selectivo de tiendas no rentables que, tras un plan de expansión si cabe más agresivo y llevado a cabo en pleno desplome de la economía, decidió activar ya bien entrada la crisis.
Desde febrero de 2012, cuando contaba con la cifra récord de 721 establecimientos (contando todos sus formatos comerciales, propios y franquiciados) hasta el pasado mes de agosto, el grupo textil ha clausurado un total de 52 puntos de venta, lo que equivale a un cierre cada diez días en el último año y medio.
Así, su red comercial ha pasado de los citados 721 establecimientos de hace año y medio a los 669 que tenía en agosto, de acuerdo con la información enviada por el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Desde febrero de 2012, el ajuste ha afectado especialmente a España y Portugal (con 40 cierres en el último año) y se ha centrado en su red de tiendas tradicionales (que suelen estar especializadas en una o dos líneas de producto), que ha pasado de 369 establecimientos a los 306 actuales, y, en menor medida, en sus macro-tiendas (de mayor superficie que las clásicas, y en las que vende todas las colecciones de todas las líneas), con una reducción de ocho puntos de venta, hasta 25.
No todo han sido cierres. Por el contrario, en términos netos el grupo también ha abierto en este periodo doce corners (tiendas de pequeño formato instaladas en grandes áreas comerciales y donde normalmente se vende una única línea), hasta los 304 actuales, y siete establecimientos outlet (dedicados a la venta, en exclusiva, de productos de temporadas pasadas), hasta los 34 que tenía en agosto.
De los 669 establecimientos que tenía en agosto (frente a los 684 de un año antes), 155 son tiendas propias, 210 en régimen de franquicia y 304 son córners en gestión directa.
En el primer semestre del actual ejercicio (concluido en agosto pasado), la empresa del modisto gallego perdió otros 9,2 millones de euros, frente a los números rojos de 9,9 millones del mismo periodo del año pasado, lo que eleva las pérdidas acumuladas desde 2010 a más de 45 millones de euros.
Hasta agosto, las ventas de la compañía alcanzaron los 63,59 millones, lo que supone un descenso del 16,7%, principalmente motivado por el cierre selectivo de tiendas en España y por el impacto de la devaluación del yen frente al euro. El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue negativo en 3,1 millones de euros.
El grupo recuerda en sus últimas cuentas semestrales que en los últimos ejercicios, su actividad se ha visto "afectada por la desfavorable evolución del ciclo económico y por la situación de recesión por la que atraviesa el sector en el que opera, considerando que una parte significativa de los productos que diseña y comercializa el Grupo tienen como destino final el mercado de la moda en España".
Adolfo Domínguez, cuya trayectoria se remonta 40 años atrás y que tiene entre sus accionistas al Estado, a través del FROB (titular del 4,9% que originalmente pertenecía a Novagalicia), logró refinanciar el año pasado una deuda de más de 31 millones de euros. En el marco de ese acuerdo, consiguió que los ministerios de Hacienda y Trabajo le aplazaran deudas pendientes por importe de casi 4,2 millones.
