El status quo de poder en el mercado de las telecomunicaciones se está dando la vuelta, gracias a la buena salud de la que goza la competencia en este sector, frente a otros tan olipolísticos como el de la electricidad, el gas o las gasolinas.
El poder de mercado de las compañías tradicionales se está viendo mermado por la agresividad comercial de los operadores alternativos, que además se están haciendo fuerte en los segmentos de negocio en los que no tenían presencia hasta hace pocos años.
Es el caso de Jazztel, una compañía de telefonía fija y ADSL, y de Orange, el operador móvil francés heredero de la antigua Amena. Cada uno de ellos se ha lanzado a robar clientes al nicho de mercado en el que, a priori, no son operadores de referencia y han reventado todas las previsiones.
La compañía controlada por Leopoldo Fernández Pujals, gracias a su agresiva apuesta comercial y a las facilidades que confiere la portabilidad, acumula en lo que va de año (del 1 de enero al 30 de noviembre) un saldo neto de 741.000 clientes móviles, mientras que el operador naranja ha batido todos sus récords en telefonía fija y ha superado a ONO, alzándose como número 2 en el ránking de banda ancha al alcanzar la cota de los 1,594 millones de clientes a cierre del tercer trimestre.
Ni Jazztel era hasta ahora un operador de peso en la telefonía móvil ni Orange lo era en el fijo, hasta que en 2013 ambos han puesto patas arriba estos dos mercados, debilitando el posicionamiento de las compañías con más cuota de mercado, Telefónica, Vodafone y ONO esencialmente.
Orange se ha convertido en el segundo operador de banda ancha, superando a ONO, pese a que hasta hace poco era esencialmente una compañía de telefonía móvil
El grupo español y el británico han dejado escapar en los primeros 11 meses del año 1,8 millones de clientes móviles, a razón de 1,044 millones el primero y 778.000 el segundo.
ONO, el operador más convergente de todos ellos (fijo, fibra óptica, TV y móvil) ha dado su do de pecho en el móvil, donde ha sido capaz de conseguir 542.000 altas netas hasta noviembre, pero por contra ha visto como en su mercado tradicional, Orange le ha pasado por la derecha y lo ha relegado a la tercera posición, con 1,558 millones de clientes (ha perdido 69.000 clientes en los últimos cuatro trimestres), informa Expansión.
Telefónica (Movistar), frente a la sangría sufrida en el móvil, ha sido capaz de aguantar el tipo en banda ancha, al captar la confianza de unos 233.000 nuevos clientes (suma 5,81 millones de usuarios), casi los mismos que consiguió Orange, en los últimos doce meses.
Telefónica recupera fuelle en banda ancha, con 233.000 altas netas hasta septiembre, mientras en el móvil ha dejado escapar 1,044 millones de abonados en los primeros once meses del año
Vodafone y Jazztel, por su parte, aguantaron el tipo en banda ancha con 110.000 y 112.000 altas netas.
Los expertos destacan que el éxito de Jazztel radica en su política de precios muy bajos para aquellos de sus clientes de fijo que se incorporan también al móvil, pero que el recorrido de esa política comercial tiene los días contados, no sólo por el alto coste de captación de nuevos abonados sino también porque su base de clientes tiene límite (1,41 millones).
Así que el siguiente paso de su estrategia para crecer en el móvil tendrá que ser más agresiva en el mercado 'libre' de clientes, al margen de su base de abonados, señalan los expertos.
En el camino inverso está Orange, una compañía más consolidada en todos los mercados, que pese a su agresiva política de captación de clientes y de bajadas de precios ha conseguido aumentar sus ingresos un 9% en el tercer trimestre.