Los empleados de la fábrica de Edesa de Basauri han cumplido ya un mes de encierro en las instalaciones de esta empresa para reclamar una solución laboral después de la entrada en concurso de acreedores de esta empresa y de Fagor Electrodomésticos.
Los trabajadores adoptaron la decisión de encerrarse en la nave para pedir la viabilidad económica de la empresa y exigir que en caso de cierre, recibieran el mismo trato que los cooperativistas de Fagor, pese a que ellos cotizan a la Seguridad Social y no a la aseguradora Lagun Aro. Transcurrido un mes desde que comenzaron la protesta, se sienten discriminados porque no han recolocado a ninguno de sus 230 empleados en algunas de las empresas de la Corporación Mondragón, a pesar del compromiso de su consejo rector.
Los empleados, que hacen turnos para mantener vivo el encierro, han convocado para el lunes una nueva reunión en la fábrica para decidir si llevan a cabo nuevas movilizaciones en favor del mantenimiento de la fábrica. Su intención es seguir luchando y mantener la protesta hasta que se les dé una solución.
Sobre el mensaje que el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, lanzó el pasado martes de que "cabe una posibilidad" de mantener la actividad industrial en la factoría, los trabajadores lo han acogido con precaución. "Después de lo que hubo la vez anterior, lo tomamos todo con más tranquilidad y más sosiego", ha señalado Domingo, en declaraciones a Efe, tras recordar que el propio Bilbao alimentó las expectativas de solución cuando anunció un aval de tres millones de euros que no bastó para evitar el concurso de acreedores.
El consejo rector de Fagor decidió que la cooperativa vizcaína entraría también en el concurso para su liquidación al no ser viable ni siquiera con la ayuda de la Diputación.
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de San Sebastián ya ha admitido la solicitud de concurso de acreedores de Edesa al considerar que la caída de Fagor Electrodomésticos "lleva ineludiblemente a la insolvencia" de la fábrica de Basauri.
