A 1 de enero de 2025, la población de España era de 49.077.984 habitantes, 458.289 más que en la misma fecha del año anterior. Según la Estadística Continúa de Población que elabora el Instituto Nacional de Estadística, 42,225 millones tienen la nacionalidad española y 6,852 millones son extranjeros. Atendiendo al lugar de nacimiento 39,698 lo han hecho en España y 9,379 millones, en el extranjero. En el primero de los casos, la población extranjera representa el 13,96% de la población total; si se incluyen a las personas que se han nacionalizado, la proporción sube al 19,11%.
En los últimos tres años, la población española ha aumentado en 1,642 millones de habitantes, un 3,46%, pero el número de extranjeros residentes en nuestro país lo ha hecho en 1,339 millones, un 24,3%. Este aumento continuado de la población extranjera ha tenido su traslación al mercado laboral. Según los últimos datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en febrero de este año, el número medio de afiliados extranjeros a la Seguridad Social ascendía a 2,874 millones, cuando en el año 2022 era de 2.240.156, un 22,1% menos.
El Gobierno de Pedro Sánchez reconocía recientemente que desde la puesta en marcha de la reforma laboral en el año 2022, el número de trabajadores extranjeros ha aumentado en más de 600.000, por encima de un 26%. Asegura que el 44% de todo el empleo creado en estos tres últimos años corresponde a trabajadores extranjeros.
En la actualidad, el 13,56% de los afiliados a la Seguridad Social es extranjero, según los últimos datos del Ministerio que dirige Elma Saiz. En 2022, el porcentaje era del 11,41%, dos puntos porcentuales menos. Pero, su distribución por edades varía sustancialmente. De los 2,87 millones de extranjeros inscritos en la Seguridad Social, 1,554 millones tienen entre 35 y 54 años y representan el 13,85% de todos los ocupados en España. Cerca de 975.000 tienen menos de 35 años y suponen el 18,14 del total, y solo 345.169, el 7,5%, han cumplido al menos los 54 años, cuando en su conjunto, este último segmento de edad representa el 21,7% de toda la fuerza laboral de nuestro país.
Está claro que el objetivo de los extranjeros que vienen a España es trabajar y perseguir el sueño de vivir en un país con un nivel de vida mayor que el de origen y que ofrece más posibilidades tanto laborales como económicas. Pero, ¿tienen preferencia por alguna región en concreto? Como hemos señalado anteriormente, el 13,56% de los trabajadores en activo en España en el mes de febrero es extranjero, pero hay regiones donde su presencia es especialmente significativa.
Reparto por CCAA
Es el caso de Islas Baleares, donde uno de cada cinco ocupados no ha nacido en España ni tiene nacionalidad española. Allí el porcentaje sube hasta el 20,42%, por delante de Cataluña, con un 17,65%; Aragón, con el 16,06%; y Madrid, con el 15,99%. Nada que ver con los datos que se dan en otras comunidades autónomas. Son los casos de Extremadura, donde apenas el 4,3% de los ocupados es extranjero. O Galicia, con el 6,32%; Asturias (6,35%) y Cantabria (7,88%).
Las características del mercado laboral y la especialización económica de cada región influyen sobremanera en el destino final de los trabajadores extranjeros. De acuerdo con la estadística de distribución de los trabajadores por sectores de actividad, la mayor concentración de extranjeros se da en la hostelería, con 463.452 afiliados, el 18,69% del total. Le siguen el comercio en general y la reparación de vehículos de motor, con 412.317 (16,6%), la construcción (11,66%), las actividades administrativas y auxiliares (10,58%) y la industria manufacturera (8,31%). Estas cinco actividades concentran las dos terceras partes de los ocupados extranjeros.
Analizando de forma más pormenorizada la distribución de los trabajadores extranjeros por España se observan diferencias muy sustanciales incluso dentro de una misma comunidad. Almería es la provincia española que más ocupados extranjeros tiene en proporción al número total de trabajadores: el 25,12%, uno de cada cuatro.Huelva es la tercera, con el 21,46%. Sin embargo, otras cuatro provincias andaluzas figuran ente las diez con menores proporciones: Cádiz (4,25%), Córdoba (4,46%), Jaén (5,51%) y Sevilla (5,69%).
La segunda provincia en importancia es Lérida, donde el 21,5% de los trabajadores no ha nacido en España, por delante de Baleares (20,42%) y Gerona (19,96%). En las provincias más pobladas, el peso proporcional de los extranjeros se diluye, aunque en términos absolutos supongan las cifras más altas: son los casos de Madrid, con 600.000 trabajadores foráneos, pero el 16% del total, o Barcelona, cerca de 500.000, pero con un peso del 17,3%. En el otro extremo se encuentran Badajoz, donde apenas el 4% de los ocupados no ha nacido en España, y Cáceres, con el 4,69%.
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