Una monumental ferroviaria proyectada en Antequera (Málaga) corre el riesgo de postergarse en el tiempo indefinidamente. Se trata del Anillo de Antequera, un circuito de 58 kilómetros que servirá para probar trenes de alta velocidad. Heredado de la etapa socialista, el PP lo dejó en el tintero en los pasados Presupuestos Generales del Estado, pero la ministra de Fomento, Ana Pastor, rescató en abril el proyecto, “clave en el presente y el futuro del sector, y una apuesta segura para que las multinacionales entren en España”. Su coste rondará los 400 millones de euros.
Pero las empresas parecen recelar de este “proyecto clave”. Como ha venido informando el rotativo Diario Sur, ninguna entidad habría manifestado su intención de entrar hasta el pasado 7 de agosto, día en que vencía el plazo del concurso para construir y explotar el anillo durante 15 o 20 años, de acuerdo con los pliegos de Adif, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. La idea de Adif era invitar a cinco empresas al proyecto. Hasta tres consorcios estaban interesados en entrar, dijo Adif antes de la fecha límite. Pero llegada la hora nadie se presentó.
Las razones de esta clamorosa ausencia hay que buscarlas en las condiciones impuestas por el administrador, según la prensa andaluza y fuentes del sector privado consultadas por este diario. Al parecer, dos de los puntos del concurso encuentran resistencia empresarial. El primero es el que aborda el canon a pagar por parte de la “sociedad gestora del Mantenimiento, Explotación y Operación de la obra”, el cual prevé un pago de 110 millones a Adif en 15-20 años.
Devolver las ayudas
El otro obstáculo también se halla en los pliegos, concretamente en un apartado que obliga a devolver las ayudas, financiadas por fondos europeos, en caso de incumplimiento de plazos. Varias de las empresas esperan que Fomento reformule las condiciones y vuelva a licitar el concurso, aunque también existe el temor de que el Gobierno retome parte de la idea del anterior Ejecutivo socialista, que pasaba por que la Administración asumiera el coste, según informa Diario Sur.
El departamento que dirige Ana Pastor, que apostaba por una colaboración público-privada, no ha escondido su “sorpresa y decepción” por la “falta de implicación de la industria ferroviaria española”. Fomento entiende que este proyecto puntero es clave para volver a dinamizar la economía, y por eso lo habría rescatado. Los fondos españoles e internacionales cubren entre el 75% y el 80% de la obra, según el ministerio.
Hasta 520 km/h
“Va a ser el centro mayor existente, vamos a superar a la República Checa, Alemania, Japón e incluso Estados Unidos", celebró Pastor el pasado 23 de abril en el foro Málaga Valley. El circuito de pruebas se ha pensado para que los trenes alcancen velocidades de homologación de 450 kilómetros por hora, y máximas puntuales de hasta 520 kilómetros por hora.
El Gobierno sigue adelante con las expropiaciones de terreno a las que obliga el futuro anillo. Más de 700 están previstas. Aquí también encuentra resistencia el Administrador de Infraestructuras, ya que los afectados han presentado alrededor de 2.000 alegaciones y han constituido una plataforma llamada No al Anillo. Por su parte, Antequera, de 40.000 habitantes, cuenta con una estación de alta velocidad de dudosa rentabilidad situada a 17 kilómetros de su casco urbano.