La serie pasa casi de puntillas por la clamorosa evidencia de que Juan Carlos se jugó literalmente la vida cuando se empeñó en desmontar el franquismo para construir, con la ayuda de muy pocos, la democracia

Cuando se aplica la censura, no a un bulo, no a una falsedad descarada y comprobada, sino a una información veraz sobre la propia censura, como le ha ocurrido a este periódico, es para echarse a temblar

No es admisible que los que deciden qué es bulo y qué no sean los mismos que fabrican información por la mañana y fiscalizan la que elaboran los demás por la tarde, y menos si las noticias que ‘verifican’ les conciernen directamente