Ha tardado mucho, pero la justicia está por fin dando carpetazo a los grandes casos financieros abiertos con motivo del rescate bancario. En un sentido u otro, aunque en los últimos meses las condenas ganan por goleada a las absoluciones. El último ejemplo el de CAM, por el que han sido declarados culpables cuatro de los principales exdirectivos de la caja alicantina.
El número de condenados de estos casos asciende ya a 80: 65 del caso de las tarjetas black de Caja Madrid; cinco de las cajas gallegas, NCG Banco; dos de CCM; cuatro de Caixa Penedès; y los cuatro de la caja alicantina.
Este balance ha avanzado considerablemente en el último año, sobre todo por la macrosentencia de las tarjetas black. Además, este último año ha sido cuando se han producido los primeros ingresos en prisión, tras un contundente escrito del Supremo corrigiendo a la Audiencia Nacional con las cajas gallegas.
Pero, más de cinco años después del rescate financiero, sigue sin llegar una primera sentencia con las dos cajas que peor lo hicieron y que provocaron el mayor agujero al sistema: Bancaja (contando su filial Banco de Valencia) y Caixa Catalunya.
Problema valenciano
Bancaja estuvo detrás de la caída de Bankia. La exposición inmobiliaria de la caja valenciana y el mal estado de su filial Banco de Valencia precipitaron la caída del grupo presidido por Rodrigo Rato. Caja Madrid también tenía sus problemas, sobre todo de rentabilidad, gobierno corporativo y en la cartera hipotecaria. Aun así, los expertos consideran que más de la mitad del agujero de Bankia (22.424 millones) vino de la caja presidida por José Luis Olivas.
Aun así, la Audiencia Nacional no ha conseguido prácticamente avanzar en ninguna de las más de diez casos que se han abierto por Bancaja y Banco de Valencia. El mayor golpe (al menos mediático) fue con el Caso Gran Coral. La Audiencia detuvo a Olivas; al expresidente de Banco de Valencia, Domingo Parra; y al ex director general, Aurelio Izquierdo, por irregularidades en torno a una financiación en México y les impuso una fianza histórica. Pero todo ello hace dos años, y el caso sigue sin cerrarse. Lo mismo ocurre con la causa de las cuentas de Banco de Valencia, atascado primero en un juzgado de Valencia y ahora en la Audiencia Nacional.
Las únicas causas ligadas a la entidad valenciana que van camino del juicio oral son una de la inmobiliaria Nou Litoral y otra pieza menor, según fuentes jurídicas consultadas por este medio.
Catalunya Banc fue el grupo que más ayudas públicas que necesitó en el rescate (medidas sobre activos), junto a Banco de Valencia. Hay dos grandes frentes judiciales abiertos: por la gestión de la cúpula liderada por Narcís Serra y sus remuneraciones; y por la política de concesión de hipotecas. La primera de las causas está pendiente de juicio, todavía sin fecha.
Más allá de estos casos, el más mediático es el de la salida a bolsa de Bankia, pendiente también de fecha para juicio. Además, la Audiencia calienta motores con el caso Banco Popular, que no está vinculado al rescate de 2012 pero que dará también mucho que hablar.