Fernando Chinchurreta, socio de Portobello Capital, ha abandonado la sociedad de capital riesgo propietaria de empresas como Eysa (gestiona los parquímetros de varias ciudades españolas, entre ellas Madrid); IAN (conservas vegetales y platos precocinados); V Home (residencias para mayores); o Angulas Aguinaga. Chinchurreta deja la firma que fundó con Íñigo Sánchez Asiaín, Juan Luis Ramírez, Ramón Cerdeiras, y Luis Peñarrocha, los mismos directivos expulsados de Ibersuizas en 2010.
Chinchurreta, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto, trabajó 17 años en JPMorgan y después fue socio de Ibersuizas entre 1997 y 2010. Su enfrentamiento con los partícipes en Ibersuizas, o su intromisión en una operación que frustró una inversión de Corpfin Capital en el último momento son recordadas en el mundillo del capital riesgo español.
La firma de capital riesgo española Ibersuizas, participada, entre otros, por la familia García Baquero, Banco Pastor, o Fernando Martín (expresidente de Martinsa Fadesa), expulsó a Chinchurreta y a otros tres de los seis socios de la sociedad de inversión un domingo de finales de 2010 acusándoles de incumplir sus deberes de no competencia y de tratar de convencer a algunos inversores de cambiar la gestión del fondo. Los socios salientes presentaron una demanda civil contra Ibersuizas, y un laudo de octubre de 2011 les dio la razón condenando a la firma de inversión a indemnizarles; los inversores del fondo español se alinearon finalmente con Chinchurreta y los otros socios reteniendo así estos la gestión de activos valorados en 450 millones, lo que les permitió crear Portobello Capital.
"¿Es que nunca os han levantado una operación?", es el comentario que hizo Chinchurreta, cuentan fuentes del sector del capital riesgo, cuando frustró una operación que prácticamente tenía cerrada Corpfin Capital, otra de las destacadas sociedades de capital riesgo españolas. A principios de 2008 Corpfin contaba con un contrato de exclusividad para presentar una oferta de compra a los accionistas de Sidecu, empresa gallega de gestión de polideportivos. Entre los accionistas de Sidecu se encontraban Chinchurreta y Banco Pastor, con el 20% del capital. Las partes habían acordado la transacción en abril de 2008, pero en el último momento fueron el propio Chinchurreta y Banco Pastor los que se hicieron con Sidecu. Corpfin demandó a Chinchurreta y a Pastor por entender que habían utilizado en su beneficio la información obtenida mediante el estudio de adquisición realizado por Corpfin Capital fingiendo estar preparando la venta de Sidecu.