En la mejor zona de Nueva York. Junto a Central Park y la Quinta Avenida. Y a un paso de Tiffany's. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, investiga dentro de la Operación Crucero la propiedad de dos lujosos apartamentos adquiridos en 2007 por sendas sociedades norteamericanas ligadas a una de las empresas patrimoniales de Gerardo Díaz Ferrán, Holdisan Inversiones. El magistrado sospecha que a través de su compra el expresidente de la CEOE ocultó supuestamente parte de su patrimonio para evitar que fuera embargado ante el cúmulo de deudas del Grupo Marsans. Las viviendas, de 166 y 80 metros cuadrados, costaron entonces más de 10,6 millones de dólares (8,2 millones de euros). Ayer, las agencias inmobiliarias neoyorquinas que lo ofrecían aseguraban en sus webs que ambas propiedades ya habían sido vendidas.
El apartamento grande fue vendido hace once meses por 7,9 millones de dólares. El pequeño, en mayo de 2011 por 2,5 millones
Los apartamentos en cuestión son los números 305 y 1610 del edificio que ocupaba el mítico Hotel Plaza de Nueva York. El primero, el más grande, está situado en la tercera planta y cuenta con dos dormitorios, dos baños y un aseo, además de un amplio salón. En el anuncio en el que se ofrecía, la agencia inmobiliaria a la que se encargó su venta, Corcoran Group Real Estate, lo describe como "espectacular" y destacaba sus techos de cerca de cuatro metros de altura y sus vistas a Central Park. "Un espacio de características elegantes para vivir", aseguraba el texto promocional antes de resaltar un detalle: el baño principal y el aseo están recubiertos con un mosaico creado con el mármol que recubría el suelo del histórico vestíbulo del hotel. La grifería también es exclusiva: hecha a mano por el exclusivo fabricante de saneamientos Lefroy Brocks.
El segundo apartamento, mucho más pequeño, está situado en la decimosexta planta del edificio. Con un único dormitorio, la parte más llamativa es el salón que, como describe la página web de la inmobiliaria, "cuenta con una grandiosa y refinada ventana con amplia visión de Central Park". De la cocina, destacan su encimera de marmol de nero marquina, sus estanterías de mármol de Calacatta y los electrodoméstico de la marca Viking. Sin embargo, no es el lujo de su interior lo único destacado de ambos apartamentos. En los anuncios, se destacan que el edificio tiene entrada residencial privada además de servicios "cinco estrellas": conserjería, aparcacoches, alquiler de limusina, catering e, incluso, doncella. Además, resalta que los propietarios pueden usar habitaciones privadas para conferencias y que en el propio edificio pueden encontrar gimnasio, salón de belleza, spa y lavandería. "Se admiten animales", añaden como colofón. Todo ello con un gasto mensual en comunidad superior a los 2.000 dólares.
Los dos anuncios venían acompañados de los planos de los apartamentos, que reproducimos en la galería fotográfica de más arriba junto a las imágenes de la fachada, las zonas comunes y algunas de las estancias de las viviendas. El apartamento más grande era ofertado al precio de 8,8 millones de dólares, aunque en el historial de la página se asegura que la venta se produjo finalmente por 7,9 millones de dólares "hace once meses". El precio de la segunda vivienda, también supuestamente vendida, era mucho más barato: 2,9 millones de euros. En este caso, su adjudicación a un comprador fue anterior, en concreto en mayo de 2011. El importe pagado, según las páginas webs que lo ofertaban, fue de 2,5 milones. De ser ciertas estas cifras, Díaz Ferrán hubiera 'perdido' algo más de 200.000 dólares.
Urgente medidas cautelares
La referencia a ambos pisos de lujo en el sumario que instruye el juez Velasco contra Díaz Ferrán y el liquidador de Marsans, Ángel de Cabo, por los delitos de alzamiento de bienes y blanqueo de dinero se produjo en el mismo momento que se presentó la querella por parte de Meliá, Orizonia, AC Hoteles y Pullmantur el pasado mes de enero. En el texto de la denuncia, los querellantes pedían al magistrado que tomase medidas cautelares urgentes sobre ambas propiedades al tener noticia que estaban a la venta.Para corroborar dicha afirmación, incorporaban en un anexo copia de las páginas webs de la inmobiliaria donde aparecían ambos apartamentos.
Una de las hijas de Díaz Ferrán fue la representante de las filiales norteamericanas que compraron las dos viviendas en 2007
La información aportada por los denunciantes era, además, muy detallaba e incluía los contratos de compra y el documento por el cual una sucursal del Banco de Sabadell en EE.UU. concedió en marzo de 2010, tres años después de la adquisición, un préstamos hipotecario de 5,7 millones de euros para su adquisición. En la querella se detallaba que fueron adquiridos por dos sociedades norteamericanas, Holdisan Inversiones New York LLC y Holdisan Central Park LLC, filiales ambas de Holdisan Inversiones SL, la mercantil a través de la cual el propio ex presidente de la CEOE poseía sus participaciones en las principales empresas del Grupo Marsans. En la estructura directiva de la mercantil aparecían también su mujer, Raquel Santamaría y sus tres hijos, Gerardo, Raquel María y Marta.
De hecho, la representante de las filiales norteamericanas en ambas operaciones fue supuestamente Marta Díaz, hija de Díaz Ferrán. Holdisan Inversiones SL fue finalmente vendida a Posibilitum Business,la empresa de Ángel de Cabo que se hizo con todo el entramado empresarial del ex presidente de la CEOE a precio de saldo. Holdisan Inversiones era también propietaria de un chalét en la localidad de Calvía (Mallorca) y de un yate de 27 metros de eslora cuya venta a una empresa de un paraíso fiscal fue bloqueada in extremis por el juez el pasado verano.