Antonio Brufau cobrará 10 millones de euros brutos entre 2015 y 2019 en calidad de presidente no ejecutivo de Repsol. Tanto si sigue en la empresa como si decide renunciar a su nuevo puesto en cualquiera de los próximos cuatro años y retirarse, el ejecutivo de Mollerusa cobrará los 10 millones completos, a razón de 2,5 millones por año.
El actual presidente se garantiza así su futuro en Repsol por los próximos cuatro años, pero ha decidido prescindir del blindaje de 14 millones de euros al que tenía derecho en caso de que renunciara a sus funciones ejecutivas, tal y como este jueves se escenificará en la junta de accionistas que celebra la petrolera.
Los acuerdos firmados con la compañía establecían esta compensación económica para evitar que se produjera una "concurrencia postcontractual" una vez dejadas las funciones ejecutivas.
En concreto, a partir de hoy Brufau seguirá como consejero no ejecutivo del grupo por cuatro años más y ejercerá "determinadas funciones institucionales", pero tendrá "un papel relevante en la fijación y supervisión de la estrategia a medio y largo plazo en las relaciones institucionales con la Administración, accionistas y otros grupos de interés y en la supervisión de las tareas de dirección".
La petrolera también señala que Brufau, cuya permanencia como presidente es "primordial", quedará vinculado a la empresa "con un alto nivel de actividad, implicación y compromiso".