El Gobierno ha descartado de momento la solicitud de un rescate financiero, que pasaría por la activación de líneas de compra de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE). Así lo aseguró esta semana el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. En el Ejecutivo tienen la certeza de que hay mandatos compradores de activos españoles por parte de inversores internacionales para la primera parte del año. De momento, no hacen falta medidas excepcionales.
Así se expresan desde un despacho de abogados con muy buena comunicación con Moncloa, aunque insisten en el matiz temporal. En recientes semanas han realizado visitas por las principales capitales financieras presentando informes sobre la evolución de la economía doméstica y “hemos podido constatar que hay voluntad compradora por parte del investment banking en general”. De momento.
Los expertos señalan que el mercado está valorando de manera positiva los ajustes en materia laboral “que han rebajado notablemente los costes laborales unitarios, permitiendo una competitividad grande, mejor que los grandes países europeos ya, en poco tiempo”, y el ajuste del déficit.
“Hay que conocer la cifra final, pero si quedara en el entorno del 7%, los inversores verían con buenos ojos ese recorte de dos puntos durante el ejercicio, a pesar de que fuera superior al 6,3% anunciado Pero con un 7%, se da por hecha una flexibilidad adicional de los objetivos por parte de Bruselas”.
De esta manera, “los grandes inversores contemplan como buena oportunidad tomar posiciones en un bono como el español, al 5,25%, con la garantía de supervivencia del euro por parte de Mario Draghi y la posibilidad de una reducción de prima de riesgo. No hay tantos bonos a ese tipo en el mercado que tengan potencial de mejora”.
Más impuestos no... de momento
Esto, presumiblemente, asegura un buen inicio de ejercicio, pero no es garantía de que hayan terminado las medidas duras para la sociedad. “La posibilidad de nuevas subidas de impuestos parece aparcada, pero si en primavera no hay una mejoría palpable de la situación, podrían desempolvarse ideas como los peajes a las autovías, la tasa a las transacciones financieras o sobre los depósitos, que de momento no parece que vayan a entrar en vigor”.
En este sentido, es vital una caída de la prima de riesgo, ya que “es la única vía que tiene el Ejecutivo para mejorar la partida de gastos. El 65% lo componen los costes financieros, el seguro de desempleo y el pago de pensiones. A estas dos últimas partidas no se les puede apretar más ya, por lo que 100 o 200 puntos básicos menos de diferencial sería lo mejor que podría ocurrirle a España”.
Los expertos legales añaden además que “sería muy importante que se le quitara dramatismo al término rescate”. Si continúan las reformas “un pequeño empujón por parte del BCE sería una gran cosa para recortar diferencial y debería tomarse como algo razonable, que no debería penalizar en ningún sentido”.
Pero, de momento, el Ejecutivo tiene cierta visibilidad durante los primeros meses de 2013.